Gefunden 126 Ergebnisse für: victoria de Jericó

  • Yo lo he llevado a la victoria y le he despejado el camino. El reconstruirá mi ciudad, traerá a su patria a mis desterrados, sin exigir rescate ni recompensa», dice Yavé de los Ejércitos. (Isaías 45, 13)

  • Mi victoria ya se aproxima, ya llega, y mi salvación no se demorará más. Instalaré mi salvación en Sión, y daré a Israel la grandeza.» (Isaías 46, 13)

  • Ningún arma que hayan forjado contra ti resultará, y harás callar a cualquiera que te acuse. Este es el premio para los servidores de Yavé y la victoria que les garantizo, dice Yavé. (Isaías 54, 17)

  • Pues Yavé lanza una proclamación, que la oigan hasta en el último rincón de la tierra: «Díganle a la hija de Sión: Mira cómo ya llega tu Salvador. Anda trayendo el premio por su victoria y delante de él van sus trofeos. (Isaías 62, 11)

  • Pero las tropas de los caldeos salieron en su persecución y alcanzaron a Sedecías en los llanos de Jericó, lo tomaron preso y lo llevaron a la presencia de Nabucodonosor, que estaba en Ribla, en tierra de Jamat, el cual lo sometió a juicio. (Jeremías 39, 5)

  • Pero las tropas caldeas persiguieron al rey y alcanzaron a Sedecías en los llanos de Jericó, donde todos sus soldados, dejándolo solo, huyeron. (Jeremías 52, 8)

  • Tendrá la victoria en sus guerras y se hará dueño de sus mismos dioses, sus estatuas y sus objetos de plata y oro. Este será el botín que se llevará a Egipto; y durante algunos años se quedará lejos del rey del norte (Daniel 11, 8)

  • Al salir de Jericó, les iba siguiendo una gran multitud de gente. (Evangelio según San Mateo 20, 29)

  • Llegaron a Jericó. Al salir Jesús de allí con sus discípulos y con bastante más gente, un limosnero ciego se encontraba a la orilla del camino. Se llamaba Bartimeo (hijo de Timeo). (Evangelio según San Marcos 10, 46)

  • Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. (Evangelio según San Lucas 10, 30)

  • Ya cerca de Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. (Evangelio según San Lucas 18, 35)

  • Habiendo entrado Jesús en Jericó, atravesaba la ciudad. (Evangelio según San Lucas 19, 1)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina