Gefunden 76 Ergebnisse für: libre albedrío

  • El marido quedará libre de culpa, y la mujer cargará con la suya. (Números 5, 31)

  • Si me vas a seguir tratando de ese modo, mátame de una vez. Así me veré libre de mis males". (Números 11, 15)

  • Si un hombre acaba de casarse, no saldrá a combatir ni se le impondrá ninguna otra obligación. Quedará libre por un año para ocuparse de su casa y contentar a la mujer que tomó por esposa. (Deuteronomio 24, 5)

  • Por eso, cuando el Señor, tu Dios, te libre definitivamente de todos los enemigos que están a tu alrededor, en la tierra que él te dará en herencia, borrarás de todas partes el recuerdo de Amalec. ¡No lo olvides! (Deuteronomio 25, 19)

  • Miren bien que yo, sólo yo soy, y no hay otro dios junto a mí. Yo doy la muerte y la vida, yo hiero y doy la salud, y no hay nadie que libre de mi mano. (Deuteronomio 32, 39)

  • Dijo acerca de Gad: "¡Bendito sea el que abre campo libre a Gad! Tendido como una leona, despedaza el brazo y también la cabeza. (Deuteronomio 33, 20)

  • Pero yo no quise escuchar a Balaam, y él tuvo que bendecirlos. Así los libré de su mano. (Josué 24, 10)

  • los libré del poder de los egipcios y de las manos de sus opresores. Los expulsé a ellos para entregarles a ustedes su territorio. (Jueces 6, 9)

  • y dijo a los israelitas: "Así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo hice subir a Israel de Egipto, y los libré a ustedes de la mano de los egipcios y de la mano de todos los reinos que los oprimían. (I Samuel 10, 18)

  • Saúl dijo al Señor: "Dios de Israel, danos una respuesta exacta". La suerte cayó sobre Saúl y Jonatán, mientras que el pueblo quedó libre. (I Samuel 14, 41)

  • y dijo a sus hombres: "¡Dios me libre de hacer semejante cosa a mi señor, el ungido del Señor! ¡No extenderé mi mano contra él, porque es el ungido del Señor!". (I Samuel 24, 7)

  • Hoy yo he mostrado un gran aprecio por tu vida: ¡que el Señor muestre el mismo aprecio por la mía y me libre de todo peligro!". (I Samuel 26, 24)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina