1. Palabra del Señor, concerniente a los filisteos, que llegó al profeta Jeremías antes que el Faraón derrotara a Gaza.

2. Así habla el Señor: ¡Miren! Las aguas suben desde el Norte, se convierten en un torrente desbordado; inundan la tierra y lo que ella contiene, la ciudad y sus habitantes. Gritan los hombres, lanzan gemidos todos los habitantes del país.

3. Al fragor de los cascos de sus corceles, al estruendo de sus carros de guerra, al tumulto de sus ruedas, los padres se desentienden de sus hijos, porque sus manos desfallecen.

4. Es a causa del día que llega para arrasar a todos los filisteos, para cortar a Tiro y a Sidón todo resto de ayuda. Porque el Señor arrasa a los filisteos, al resto de la isla de Caftor.

5. Gaza se rapó la cabeza, Ascalón está perdida. Asdod, resto de los anaquitas, ¿hasta cuándo te harás incisiones?

6. ¡Ah, espada del Señor! ¿Hasta cuándo no descansarás? ¡Vuelve a tu vaina, quédate tranquila y cálmate!

7. ¿Cómo puede descansar, cuando el Señor le da una orden? Hacia Ascalón y hacia la costa del mar, hacia allí le ha dado cita.





“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina