Found 20 Results for: Senaquerib

  • El año catorce del reinado de Ezequías subió Senaquerib, rey de Asur, invadió Judá, sitió todas las ciudades fortificadas y se apoderó de todas ellas. (2 Reyes 18, 13)

  • Ezequías, rey de Judá, mandó decir a Senaquerib, que se hallaba en Laquis: «He actuado mal, deja de atacarme y haré lo que tú me digas.» El rey de Asur impuso a Ezequías una contribución de trescientos talentos de plata y treinta de oro. (2 Reyes 18, 14)

  • Abre, Yavé, tus ojos y mira. Mira, Yavé, las palabras de Senaquerib con que manda a insultar al Dios vivo. (2 Reyes 19, 16)

  • Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: «Esto es lo que dice Yavé, Dios de Israel: He escuchado tu súplica acerca de Senaquerib, rey de Asur. (2 Reyes 19, 20)

  • Senaquerib, rey de los asirios, levantó el campamento y se marchó, volviéndose a Nínive, donde permaneció. (2 Reyes 19, 36)

  • Después de todas estas pruebas de fidelidad de Ezequías vino Senaquerib, rey de Asur, invadió Judá, sitió dos ciudades fortificadas y mandó derribar las murallas. (2 Crónicas 32, 1)

  • Cuando Ezequías vio que Senaquerib venía con intención de atacar a Jerusalén (2 Crónicas 32, 2)

  • Después de esto, Senaquerib, rey de Asur, que estaba sitiando Laquis con todas sus tropas, envió mensajeros a Ezequías, rey de Judá, y a los judíos en Jerusalén para decirles: (2 Crónicas 32, 9)

  • «Así dice Senaquerib, rey de Asur: ¿En quién tienen puesta su confianza, para permanecer cercados en Jerusalén? (2 Crónicas 32, 10)

  • Así salvó Yavé a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de la mano de Senaquerib, rey de Asur, y de la mano de todos sus enemigos, y les dio paz por todos lados. (2 Crónicas 32, 22)

  • Pero, a la muerte de Salmanasar, a quien sucedió su hijo Senaquerib, las comunicaciones se interrumpieron y no pude volver a Media. (Tobías 1, 15)

  • También enterré a los que mató Senaquerib a su regreso de Judea, después del castigo que recibió del Rey del cielo, a causa de sus blasfemias. En su enojo, mató a muchos israelitas, y yo escondí sus cuerpos y los enterré. Senaquerib los buscó, pero no los encontró. (Tobías 1, 18)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina