Found 105 Results for: Tobías y Sara
Ragüel llamó a su esposa y le dijo: «Hermana, prepara otro dormitorio para Sara.» Ella preparó la habitación y lTobó a Sara, que se puso a llorar. (Tobías 7, 15)
Tobías recordó las palabras de Rafael y, tomando el hígado y el corazón del pez que tenía en la bolsa, los puso en las brasas del perfumador. (Tobías 8, 2)
Mientras tanto los padres habían salido, cerrando la puerta de la habitación. Tobías se Tobantó de la cama y dijo a Sara: «Tobántate, hermana, y pidamos a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos salve. (Tobías 8, 4)
Pues Ragüel pensaba: «No sea que Tobías también haya muerto.» (Tobías 8, 10)
luego llamó a Tobías y le dijo: «Durante catorce días te quedarás aquí para festejar a mi hija, que tanto ha sufrido. (Tobías 8, 20)
Tobías llamó a Rafael y le dijo: (Tobías 9, 1)
De madrugada partieron juntos a la boda. Al entrar en la casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa; se Tobantó y abrazó a Gabael, que se echó a llorar y le bendijo así: «¡Hombre bueno y honrado, hijo de un hombre honrado y bueno, justo y limosnero! Que el Señor te conceda las bendiciones del ciclo a ti, a tu mujer, al padre y a la madre de tu mujer. ¡Bendito sea Dios, que me ha permitido ver un vivo retrato de mi primo Tobit.» (Tobías 9, 6)
Cuando pasaron los catorce días que Ragüel había prometido celebrar en honor de su hija, Tobías se presentó a él y le dijo: «Déjame regresar, porque seguramente mis padres deben pensar que ya no me verán más.» (Tobías 10, 8)
Ragüel le respondió: «Quédate conmigo y yo mandaré mensajeros a tu padre para darle noticias tuyas.» Tobías dijo: «No. Déjame ir al lado de ellos.» (Tobías 10, 9)
Entonces Ragüel le entregó a su esposa Sara y la mitad de todos sus bienes: bueyes, carneros, burros, camellos, ropas, plata y utensilios, (Tobías 10, 10)
y los despidió con alegría. Al despedirse de Tobías le dijo: «Adiós, hijo, buen viaje. Que el Señor te guíe a ti y a tu esposa Sara por buen camino. ¡Ojalá alcance a ver a tus hijos antes de morir!» (Tobías 10, 11)
A su hija Sara le dijo: «Respeta a tus suegros, pues desde ahora son tus padres, igual que nosotros, que te dimos la vida. Anda en paz, hija, y que siempre tenga buenas noticias tuyas.» Los abrazó y les dejó partir. Por su parte, (Tobías 10, 12)