Found 622 Results for: Jacob bendice a Faraón

  • Apenas Jacob vio a Raquel, la hija de su tío Labán, que traía el rebaño, se adelantó, hizo rodar la piedra que cubría la boca del pozo, y dio de beber a las ovejas de su tío. (Génesis 29, 10)

  • Labán, por su parte, al oír que se trataba de Jacob, el hijo de su hermana, corrió a saludarlo; lo abrazó, lo besó y lo llevó a su casa. Y cuando Jacob le contó todo lo que había sucedido, (Génesis 29, 13)

  • Labán le dijo: "Realmente, tú eres de mi misma sangre". Después que Jacob pasó un mes entero en compañía de Labán, (Génesis 29, 14)

  • Y como Jacob se había enamorado de Raquel, respondió: "Te serviré durante siete años, si me das por esposa a Raquel, tu hija menor". (Génesis 29, 18)

  • Y Jacob trabajó siete años para poder casarse con Raquel, pero le parecieron unos pocos días, por el gran amor que le tenía. (Génesis 29, 20)

  • Después Jacob dijo a Labán: "Dame a mi esposa para que pueda unirme con ella, porque el plazo ya se ha cumplido". (Génesis 29, 21)

  • Pero al anochecer, tomó a su hija Lía y se la entregó a Jacob. Y Jacob se unió a ella. (Génesis 29, 23)

  • A la mañana siguiente, Jacob reconoció a Lía. Entonces dijo a Labán: "¿Qué me has hecho? ¿Acaso yo no te serví para poder casarme con Raquel? ¿Por qué me engañaste?". (Génesis 29, 25)

  • Jacob estuvo de acuerdo: esperó que concluyera esa semana, y después, Labán le dio como esposa a su hija Raquel. (Génesis 29, 28)

  • Jacob se unió a ella, y la amó más que a Lía. Y estuvo al servicio de Labán siete años más. (Génesis 29, 30)

  • Al ver que no podía dar hijos a Jacob, Raquel tuvo envidia de su hermana, y dijo a su marido: "Dame hijos, porque si no, me muero". (Génesis 30, 1)

  • Pero Jacob, indignado, le respondió: "¿Aca-so yo puedo hacer las veces de Dios, que te impide ser madre?". (Génesis 30, 2)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina