Found 12 Results for: fugitivo

  • Los otros salieron de la ciudad a su encuentro, de suerte que las gentes de Ay quedaron en medio de los israelitas, que los derrotaron hasta no dejar ni un superviviente ni un fugitivo. (Josué 8, 22)

  • Porque todos morimos y somos como agua derramada en tierra y que no puede recogerse. Dios no quita la vida, ni quiere que el fugitivo esté exiliado lejos de él. (II Samuel 14, 14)

  • con el auxilio de Dios quedó humillado por aquellos mismos que había despreciado; se quitó sus ricas vestiduras, huyó a través de los campos como esclavo fugitivo y llegó a Antioquía, profundamente avergonzado y entristecido por la pérdida de su ejército. (II Macabeos 8, 35)

  • Todo aquello pasó como una sombra y como un rumor fugitivo. (Sabiduría 5, 9)

  • Apenas ha descansado un poco o nada, lo mismo en sueño que en vigilia, se siente turbado con las visiones de su mente, como un fugitivo del frente de batalla. (Eclesiástico 40, 6)

  • Id al encuentro del sediento a llevarle agua, habitantes del país de Temá; para darle pan, salid al encuentro del fugitivo. (Isaías 21, 14)

  • ¡Plántate en el camino y mira, población de Aroer! Pregunta al fugitivo, al escapado di: "¿Qué ha sucedido?". (Jeremías 48, 19)

  • aquel día llegará a ti el fugitivo, que te traerá la noticia. (Ezequiel 24, 26)

  • Entonces se abrirá tu boca para hablar con el fugitivo; recuperarás la palabra y no quedarás ya mudo; serás un símbolo para ellos. Y sabrán que yo soy el Señor". (Ezequiel 24, 27)

  • El año duodécimo de nuestro cautiverio, el día cinco del décimo mes, llegó a mí el fugitivo de Jerusalén y me dijo: "¡Ha sido tomada la ciudad!". (Ezequiel 33, 21)

  • El Señor había puesto su mano sobre mí la tarde antes de llegar el fugitivo y había abierto mi boca antes que a la mañana siguiente llegara a mí el fugitivo. Entonces mi boca habló y no estuve mudo más. (Ezequiel 33, 22)

  • Vi al Señor de pie junto al altar, y dijo: "Golpea los capiteles y que tiemblen los umbrales; destroza a los que van en cabeza; a los que siguen yo los mataré a espada; nadie podrá huir, y ningún fugitivo se salvará. (Amós 9, 1)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina