Fundar 633 Resultados para: Jacob bendice a Faraón
Apenas supo Labán que Jacob era el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó, y lo llevó a su casa. (Génesis 29, 13)
Jacob contó a Labán todo lo ocurrido, y Labán le dijo: «En verdad tú eres carne y hueso míos.» Y Jacob se quedó allí con él durante un mes. (Génesis 29, 14)
Jacob se había enamorado de Raquel, así que le contestó: «Te serviré siete años por Raquel, tu hija menor.» (Génesis 29, 18)
Jacob trabajó siete años por Raquel, pero la amaba tanto, que los años le parecieron días. (Génesis 29, 20)
Entonces Jacob dijo a Labán: «Dame a mi esposa, pues se ha cumplido el plazo y ahora quiero vivir con ella.» (Génesis 29, 21)
y por la tarde, tomó a su hija Lía y se la llevó a Jacob, que se acostó con ella. (Génesis 29, 23)
A la mañana siguiente: ¡Caramba! ¡Lía! Jacob dijo a Labán: «¿Qué me has hecho? Yo te he servido por Raquel. (Génesis 29, 25)
Jacob lo aceptó, y al terminar la semana de bodas con Lía, Labán le entregó a su hija Raquel. (Génesis 29, 28)
Jacob se unió también a Raquel, y amó a Raquel más que a Lía. Y se quedó con Labán al que prestó servicios siete años más. (Génesis 29, 30)
Raquel, viendo que no daba hijos a Jacob, se puso envidiosa de su hermana y dijo a Jacob: «Dame hijos, porque si no, me muero.» (Génesis 30, 1)
Entonces Jacob se enojó con Raquel y le dijo: «Si Dios te ha negado los hijos, ¿qué puedo hacer yo?» (Génesis 30, 2)
Le dio, pues, a su esclava Bilá, y Jacob se unió a ella. (Génesis 30, 4)