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  • Los labios sinceros apagan el odio, y el que difunde calumnias es un necio. (Proverbios 10, 18)

  • Más vale una ración de verduras con amor que buey cebado con odio. (Proverbios 15, 17)

  • el odio puede ocultarse bajo la simulación, pero su malicia será desenmascarada en la asamblea. (Proverbios 26, 26)

  • Ciertamente he examinado todo esto, y he comprobado que los justos y los sabios y sus obras están en las manos de Dios. El hombre no conoce ni el amor ni el odio, y ambas cosas son a sus ojos (Eclesiastés 9, 1)

  • Mientras, sobre los pecadores cayeron los castigos, no sin precederles las señales precursoras de violentos rayos; pues justamente padecían por sus maldades, por haber alimentado el odio más feroz contra los extranjeros. (Sabiduría 19, 13)

  • Muchas cosas odio, pero ninguna tanto como a él. El Señor también lo odia. (Eclesiástico 27, 24)

  • Acuérdate de tu final, y deja el odio. Acuérdate de la corrupción y la muerte, y guarda los mandamientos. (Eclesiástico 28, 6)

  • Pues yo, el Señor, amo la justicia y odio la rapiña y el crimen. Fielmente les daré su recompensa y haré con ellos un pacto eterno. (Isaías 61, 8)

  • Ellos te tratarán con odio y se llevarán todo lo que has reunido, dejándote desnuda, al descubierto. Será descubierta la vergüenza de tus prostituciones. Tus impurezas y tu desvergüenza (Ezequiel 23, 29)

  • Esto dice el Señor Dios: "Porque los filisteos han actuado por espíritu de venganza y se han vengado, llena el alma de odio, exterminando a impulsos de una enemistad de siglos, (Ezequiel 25, 15)

  • Porque has alimentado un odio secular y has entregado a la espada a los israelitas el día de su último crimen, (Ezequiel 35, 5)

  • por mi vida, dice el Señor Dios, que procederé contigo con arreglo al furor y a la pasión que tú has mostrado en tu odio contra ellos, y me manifestaré en medio de ellos cuando te juzgue. (Ezequiel 35, 11)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina