Fundar 56 Resultados para: servir/page/1/page/2/page/3
Labán dijo a Jacob: "¿Por ser sobrino mío, me vas a servir de balde? Dime cuál ha de ser tu salario". (Génesis 29, 15)
Hicieron venir a Moisés y Aarón ante el Faraón, que les dijo: "Id a servir al Señor, vuestro Dios. Pero ¿quiénes sois los que habéis de ir? (Exodo 10, 8)
El Faraón llamó a Moisés y le dijo: "Id a servir al Señor: dejad aquí vuestras ovejas y vuestras vacas; también vuestros niños podrán ir con vosotros". (Exodo 10, 24)
El Faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón, todavía de noche, y les dijo: "Pronto, salid de en medio de nosotros; vosotros y todos los israelitas, id a servir al Señor como habéis dicho. (Exodo 12, 31)
¿No te decíamos en Egipto: No te preocupes de nosotros, pues queremos servir a los egipcios? Porque ¿no es, acaso, mejor servir a los egipcios que morir en el desierto?". (Exodo 14, 12)
y entren a servir en la tienda de la reunión. Los purificarás y los ofrecerás con el rito de presentación, (Números 8, 15)
pues ellas desviarían a tus hijos de su fidelidad y los arrastrarían a servir a otros dioses, y la ira de Dios se encendería contra vosotros y os destruiría bien pronto. (Deuteronomio 7, 4)
Si tu hermano, tu padre o tu madre, tu hijo o tu hija, la esposa que descansa en tu regazo o tu amigo, que es otro tú, te incita en secreto a servir a otros dioses desconocidos para tus padres o para ti (Deuteronomio 13, 7)
hombres malvados inducen a sus conciudadanos a servir a otros dioses desconocidos para vosotros, (Deuteronomio 13, 14)
El que actúe con arrogancia y no obedezca ni al sacerdote que está allí para servir al Señor, tu Dios, ni al juez, será condenado a muerte. Así extirparás el mal en Israel. (Deuteronomio 17, 12)
tendrás que servir a los enemigos que el Señor mandará contra ti; sufrirás hambre, sed, falta de ropa, miseria total. Cargarán sobre tu cuello yugo de hierro hasta destruirte. (Deuteronomio 28, 48)
Que no haya entre vosotros ni hombre ni mujer ni familia ni tribu que aparte hoy su corazón del Señor, nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; que ninguno de vosotros sea como una planta amarga y venenosa. (Deuteronomio 29, 17)