Löydetty 368 Tulokset: Fin del mundo

  • de no estar el Señor en favor nuestro, cuando el mundo se tiró contra nosotros, (Salmos 124, 2)

  • Todo empezó con las victorias del macedonio Alejandro primero, hijo de Filipo, el cual, saliendo de Grecia, derrotó a Darío, rey de los persas y de los medos, y reinó en su lugar. Este fue el primer soberano del mundo griego. (1 Macabeos 1, 1)

  • llegó hasta los confines de la tierra, recogiendo los despojos de muchos pueblos. Y cuando el mundo se quedó callado y sometido a su poder, se puso muy orgulloso. (1 Macabeos 1, 3)

  • y reunió a los que estaban por desaparecer. Por eso llegó su fama hasta los extremos del mundo. (1 Macabeos 3, 9)

  • Abasteció a las ciudades de alimentos e hizo de ellas ciudades fuertes. Y fue famoso hasta los extremos del mundo. (1 Macabeos 14, 10)

  • y a todas las naciones, a Sampaco, a los espartanos, a Delos, a Mundo, a Sicione, a Caria, a Samos, a Panfilia, a Licia, a Halicarnaso, a Rodas, a Fasélida, a Cos, a Side, a Arados, a Gortina, a Gnido, a Chipre y a Cirene. (1 Macabeos 15, 23)

  • recuperaron el Templo famoso en todo el mundo, liberaron la ciudad y restablecieron las leyes que estaban a punto de ser abolidas, pues el Señor les fue propicio con toda bondad. (2 Macabeos 2, 22)

  • En fin, Onías mostró que era del todo imposible defraudar a los que habían puesto su confianza en la santidad del Lugar y en la majestad inviolable de aquel Templo venerado en todo el mundo. (2 Macabeos 3, 12)

  • Se enojó con Andrónico y le quitó inmediatamente su cargo. Luego ordenó que le rasgaran las ropas y lo condujeran, atravesando toda la ciudad, hasta el lugar donde había cometido el asesinato de Onías, y allí mismo ordenó que le echaran fuera de este mundo, dándole así Dios la pena merecida. (2 Macabeos 4, 38)

  • En el momento de entregar el último suspiro dijo: «Asesino, nos quitas la presente vida, pero el Rey del mundo nos resucitará. Nos dará una vida eterna a nosotros que morimos por sus leyes.» (2 Macabeos 7, 9)

  • Por eso, el Creador del mundo, que formó al hombre en el comienzo y dispuso las propiedades de cada naturaleza, les devolverá en su misericordia el aliento y la vida, ya que ustedes los desprecian ahora por amor a sus leyes.» (2 Macabeos 7, 23)

  • «Ellos, les dijo, vienen confiados en sus armas y en su audacia, pero nosotros tenemos puesta nuestra confianza en Dios Todopoderoso, que puede exterminar con un solo gesto a todos los que nos invaden y aun al mundo entero.» (2 Macabeos 8, 18)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina