Löydetty 242 Tulokset: discípulos
Cuando volvieron a donde estaban los otros discípulos, los encontraron con un grupo de gente a su alrededor, y algunos maestros de la Ley discutían con ellos. (Evangelio según San Marcos 9, 14)
En cualquier momento el espíritu se apodera de él, lo tira al suelo y el niño echa espuma por la boca, rechina los dientes y se queda rígido. Les pedí a tus discípulos que echaran ese espíritu, pero no pudieron.» (Evangelio según San Marcos 9, 18)
Ya dentro de casa, sus discípulos le preguntaron en privado: «¿Por qué no pudimos expulsar nosotros a ese espíritu?» (Evangelio según San Marcos 9, 28)
porque iba enseñando a sus discípulos. Y les decía: «El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo harán morir, pero tres días después de su muerte resucitará.» (Evangelio según San Marcos 9, 31)
De todos modos los discípulos no entendían lo que les hablaba, y tenían miedo de preguntarle qué quería decir. (Evangelio según San Marcos 9, 32)
Cuando ya estaban en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre lo mismo, (Evangelio según San Marcos 10, 10)
Algunas personas le presentaban los niños para que los tocara, pero los discípulos les reprendían. (Evangelio según San Marcos 10, 13)
Entonces Jesús paseó su mirada sobre sus discípulos y les dijo: «¡Qué difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!» (Evangelio según San Marcos 10, 23)
Los discípulos se sorprendieron al oír estas palabras, pero Jesús insistió: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! (Evangelio según San Marcos 10, 24)
Continuaron el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos. Los discípulos estaban desconcertados, y los demás que lo seguían tenían miedo. Otra vez Jesús reunió a los Doce para decirles lo que le iba a pasar: (Evangelio según San Marcos 10, 32)
Llegaron a Jericó. Al salir Jesús de allí con sus discípulos y con bastante más gente, un limosnero ciego se encontraba a la orilla del camino. Se llamaba Bartimeo (hijo de Timeo). (Evangelio según San Marcos 10, 46)
Cuando se aproximaban a Jerusalén, cerca ya de Betfagé y de Betania, al pie del monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos (Evangelio según San Marcos 11, 1)