Löydetty 58 Tulokset: impíos
Los impíos pensaban someter bajo su poder a la nación santa: pero se encontraron cautivos, prisioneros de una larga noche, encerrados bajo sus propios techos, desterrados lejos de tu infalible protección. (Sabiduría 17, 2)
A los impíos, empero, un furor inclemente los castigó hasta el fin, porque Dios sabía de antemano lo que harían: (Sabiduría 19, 1)
Mira que el Altísimo aborrece a los pecadores y se venga de los impíos. (Sirácides (Eclesiástico) 12, 6)
No desees que tus hijos sean numerosos si van a ser inútiles; no pongas en ellos tu alegría si son impíos. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 1)
Poco importa si son numerosos y tienen larga vida, porque uno solo vale a veces más que mil, y más les vale morir que ser impíos. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 3)
Al Altísimo no le agradan las ofrendas de los impíos; sus pecados no serán perdonados a fuerza de sacrificios. (Sirácides (Eclesiástico) 34, 19)
Como también los dientes de las fieras salvajes, los escorpiones, las víboras y la espada vengadora que castiga a los impíos. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 30)
Todo lo que proviene de la tierra vuelve a la tierra, es por eso que los impíos pasarán de la maldición a la ruina. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 10)
«Voy a castigar a todo el mundo por su maldad y a los impíos por sus crímenes; acabaré con el orgullo de la clase alta y humillaré la soberbia de los dictadores. (Isaías 13, 11)
En Sión, los pecadores se han espantado y los impíos han sido presa del pánico: «¿Quién de nosotros podrá resistir ese fuego devorador, quién convivirá con llamas que nunca se apagan? (Isaías 33, 14)
¿Por qué los impíos han invadido tu Santuario? ¿por qué ha sido pisoteado por nuestros enemigos? (Isaías 63, 18)
Hasta el profeta y el sacerdote se han vuelto impíos, y en mi propia Casa me he topado con su maldad, dice Yavé. (Jeremías 23, 11)