Löydetty 98 Tulokset: juramento
Haz lo que es recto y bueno a los ojos de Yavé, para que seas feliz y llegues a tomar posesión de la espléndida tierra que prometió con juramento a tus padres, (Deuteronomio 6, 18)
Más bien te ha elegido por el amor que te tiene y para cumplir el juramento hecho a tus padres. Por eso Yavé, con mano firme, te sacó de la esclavitud y del poder de Faraón, rey de Egipto. (Deuteronomio 7, 8)
Cuiden de cumplir con todos los mandamientos que hoy les ordeno. Si lo hacen, vivirán y se multiplicarán y serán dueños de la tierra que prometió Yavé con juramento a sus padres. (Deuteronomio 8, 1)
Más bien acuérdate de Yavé, tu Dios, que te dio fuerzas para conseguir este bienestar, cumpliendo así la alianza que bajo juramento prometió a tus padres, como en este día sucede. (Deuteronomio 8, 18)
No por tus méritos ni porque seas bueno conquistarás su tierra, sino que Yavé se la quita porque ellos han obrado mal, y también para cumplir lo que prometió con juramento a tus padres, Abrahán, Isaac y Jacob. (Deuteronomio 9, 5)
A Yavé, tu Dios, temerás, a él servirás, a él seguirás e invocarás su nombre si debes hacer algún juramento. (Deuteronomio 10, 20)
Yavé te colmará de toda clase de bienes, multiplicando el fruto de tu vientre, el fruto de tus ganados y el fruto de tu tierra, la cual prometió Yavé con juramento a tus padres que te la daría. (Deuteronomio 28, 11)
Ha llegado la hora de entrar en la Alianza de Yavé, tu Dios, mediante el juramento. (Deuteronomio 29, 11)
Y no sólo con ustedes hago yo hoy esta alianza y este juramento, (Deuteronomio 29, 13)
Pues los estoy llevando a la tierra que bajo mi juramento prometí a sus padres, tierra que mana leche y miel, y ellos, después de comer hasta saciarse y engordar bien, se volverán hacia otros dioses, les darán culto y a mí me despreciarán y romperán mi Alianza. (Deuteronomio 31, 20)
Ellos respondieron: «Mira en qué forma cumpliremos nuestro juramento; (Josué 2, 17)
Cuídate de revelar nuestro plan; si no, quedaremos desligados del juramento que nos has exigido.» (Josué 2, 20)