Löydetty 2374 Tulokset: mar
Entonces tomaron la túnica de José y, degollando un cabrito, la tiñeron con su sangre. (Génesis 37, 31)
Judá tomó como esposa para su primogénito Er, a una mujer llamada Tamar. (Génesis 38, 6)
Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: «Vuelve como viuda a la casa de tu padre, hasta que mi hijo Sela se haga mayor». Porque Judá tenía miedo de que Sela muriera también, al igual que sus hermanos. Tamar se fue y se quedó en la casa de su padre. (Génesis 38, 11)
Alguien informó a Tamar de que su suegro iba camino de Timna, para la esquila de su rebaño. (Génesis 38, 13)
Ella después se marchó a su casa y, quitándose el velo, se puso sus ropas de viuda. (Génesis 38, 19)
Como tres meses después, le contaron a Judá: «Tu nuera Tamar se ha prostituido, y ahora está esperando un hijo.» Entonces dijo Judá: «Llévenla afuera y que sea quemada viva.» (Génesis 38, 24)
Judá reconoció que eran suyos y dijo: «Soy yo el culpable, y no Tamar, porque no le he dado a mi hijo Sela.» Y no tuvo más relaciones con ella. (Génesis 38, 26)
Aquella mañana Faraón se levantó muy preocupado, y mandó llamar a todos los adivinos y sabios de Egipto. Les contó sus sueños, pero ninguno fue capaz de interpretarlos. (Génesis 41, 8)
Y así José juntó una cantidad de trigo tan enorme como la arena del mar, hasta tal punto que perdieron la cuenta, pues sobrepasaba todo cálculo. (Génesis 41, 49)
Al oír esto, José se retiró y lloró. Después volvió, habló a sus hermanos, tomó a Simeón, lo hizo amarrar en su presencia. (Génesis 42, 24)
Entonces el señor del país, nos dijo: "Para que yo pueda comprobar si ustedes dicen la verdad, se va a quedar conmigo uno de ustedes; mientras tanto tomen lo que hace falta en sus casas y márchense. (Génesis 42, 33)
Tomaron entonces los regalos y doble cantidad de dinero, y también a Benjamín, y bajaron a Egipto. Se presentaron ante José. (Génesis 43, 15)