Löydetty 176 Tulokset: epístola de San Judas
«Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, habla de Judas, que fue el jefe de los que apresaron a Jesús. (Hechos 1, 16)
para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía». (Hechos 1, 25)
Después de él, en la época del censo, apareció Judas de Galilea, que también arrastró mucha gente: igualmente murió, y todos sus partidarios se dispersaron. (Hechos 5, 37)
El Señor le dijo: «Ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un tal Saulo de Tarso. (Hechos 9, 11)
Entonces los Apóstoles, los presbíteros y la Iglesia entera, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos, (Hechos 15, 22)
Por eso les enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz este mismo mensaje. (Hechos 15, 27)
Judas y Silas, que eran profetas, exhortaron a sus hermanos y los confirmaron, hablándoles largamente. (Hechos 15, 32)
Judas, servidor de Jesucristo, hermano de Santiago, saluda a los que han sido llamados, a los amados de Dios, el Padre, y protegidos por Jesucristo. (Judas 1, 1)