Löydetty 229 Tulokset: faraón

  • Por eso, así habla el Señor: Aquí estoy contra el Faraón, rey de Egipto: yo quebraré sus dos brazos -el sano y el roto- y haré caer la espada de su mano. (Ezequiel 30, 22)

  • Pero fortaleceré los brazos del rey de Babilonia y pondré mi espada en su mano; y quebraré los brazos del Faraón, que lanzará gemidos delante de él como un herido de muerte. (Ezequiel 30, 24)

  • Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, mientras que al Faraón se le caerán los brazos. Y cuando ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la extienda contra el país de Egipto, se sabrá que yo soy el Señor. (Ezequiel 30, 25)

  • Hijo de hombre, di al Faraón, rey de Egipto, y a todos sus súbditos: ¿A quién te asemejaste por tu grandeza? (Ezequiel 31, 2)

  • ¿A quién te asemejabas en gloria y en grandeza, entre los árboles de Edén? ¡Y sin embargo has sido precipitado a las regiones subterráneas, con los árboles de Edén! Ahí estás tendido, en medio de incircuncisos, con las víctimas de la espada. Este es el Faraón y todos sus súbditos -oráculo del Señor-. (Ezequiel 31, 18)

  • Hijo de hombre, entona una lamentación sobre el Faraón, rey de Egipto. Tu le dirás: ¡Estás perdido, león de las naciones! Tú, como un dragón en los mares, resoplabas con tus narices, enturbiabas el agua con tus patas y agitabas sus corrientes. (Ezequiel 32, 2)

  • El Faraón los verá y se consolará a la vista de toda esa multitud. El Faraón y todo su ejército serán víctimas de la espada -oráculo del Señor-. (Ezequiel 32, 31)

  • Sí, yo dejé que sembrara el terror en la tierra de los vivientes, pero yacerá en medio de los incircuncisos, junto con las víctimas de la espada, el Faraón y toda su multitud -oráculo del Señor-. (Ezequiel 32, 32)

  • y lo salvó de todas sus tribulaciones, le dio sabiduría, y lo hizo grato al Faraón, rey de Egipto, el cual lo nombró gobernador de su país y lo puso al frente de su casa real. (Hechos 7, 10)

  • Cuando llegaron por segunda vez, José se dio a conocer a sus hermanos, y el mismo Faraón se enteró del origen de José. (Hechos 7, 13)

  • y al ser abandonado, la hija del Faraón lo recogióy lo crió como a su propio hijo. (Hechos 7, 21)

  • Porque la Escritura dice al Faraón: Precisamente para eso te he exaltado, para que en ti se manifieste mi poder y para que mi Nombre sea celebrado en toda la tierra. (Romanos 9, 17)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina