Löydetty 262 Tulokset: tribu de Zabulón/page/20/page/4/page/2/page/6

  • "Dios me hizo un precioso regalo", dijo Lía. "Esta vez mi marido me honrará, porque le he dado seis hijos". Y lo llamó Zabulón. (Génesis 30, 20)

  • Los hijos de Lía fueron Rubén, el primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. (Génesis 35, 23)

  • Los hijos de Zabulón: Séred, Elón y Iajlel. (Génesis 46, 14)

  • Zabulón habitará en la ribera del mar, que servirá de puerto a las naves, y sus fronteras llegarán hasta Sidón. (Génesis 49, 13)

  • Isacar, Zabulón y Benjamín, (Exodo 1, 3)

  • Yo designé a Besalel -hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá- (Exodo 31, 2)

  • Junto con él puse a Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, y doté de una habilidad especial a todos los artesanos competentes, a fin de que puedan ejecutar lo que les he ordenado, a saber: (Exodo 31, 6)

  • Entonces Moisés dijo a los israelitas: "El Señor ha designado especialmente a Besalel -hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá- (Exodo 35, 30)

  • Además le ha concedido -lo mismo que a Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan- el arte de comunicar sus conocimientos. (Exodo 35, 34)

  • Besalel -hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá- hizo todo lo que el Señor había ordenado a Moisés, (Exodo 38, 22)

  • contando con la ayuda de Oholiab -hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan- que era artífice, bordador y recamador de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino. (Exodo 38, 23)

  • el hijo de la israelita blasfemó contra el Nombre, pronunciando una maldición. Entonces lo llevaron ante Moisés -su madre se llamaba Selomit, hija de Dibrí, y era de la tribu de Dan- . (Levítico 24, 11)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina