Löydetty 36 Tulokset: verdadero

  • o todo aquello sobre lo cual juró en falso. Los restituirá íntegramente, añadiendo un quinto más, que entregará al verdadero propietario en el momento de reparar su falta. (Levítico 5, 24)

  • En el año jubilar el campo volverá al que lo vendió, o sea, al verdadero propietario de la tierra. (Levítico 27, 24)

  • Reconoce, entonces, que el Señor, tu Dios, es el verdadero Dios, el Dios fiel, que a lo largo de mil generaciones, mantiene su alianza y su fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos; (Deuteronomio 7, 9)

  • cuando reparta la herencia entre sus hijos, no podrá considerar como primogénito al hijo de la mujer que ama, en perjuicio del verdadero primogénito. (Deuteronomio 21, 16)

  • Durante mucho tiempo Israel estuvo sin verdadero Dios, sin sacerdote que lo instruyera y sin ley. (II Crónicas 15, 3)

  • Yo ahora tomo por esposa a esta hermana mía, no para satisfacer una pasión desordenada, sino para constituir un verdadero matrimonio. ¡Ten misericordia de ella y de mí, y concédenos llegar juntos a la vejez!". (Tobías 8, 7)

  • La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple. (Salmos 19, 8)

  • Pero Dios es mi ayuda, el Señor es mi verdadero sostén: (Salmos 54, 6)

  • El comienzo de la Sabiduría es el verdadero deseo de instruirse, querer instruirse, es amarla; (Sabiduría 6, 17)

  • Exasperados por los animales que los hacían sufrir y viéndose castigados por aquellos a quienes tenían por dioses, reconocieron como Dios verdadero al que antes se negaban a conocer. Por eso se abatió sobre ellos todo el rigor de la condena. Es así, que cayó sobre ellos el peor de los castigos. (Sabiduría 12, 27)

  • No cambies a un amigo por dinero ni a un verdadero hermano por el oro de Ofir. (Eclesiástico 7, 18)

  • Pero el Señor es el Dios verdadero, él es un Dios viviente y un Rey eterno. Cuando él se irrita, la tierra tiembla y las naciones no pueden soportar su enojo. (Jeremías 10, 10)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina