Löydetty 65 Tulokset: bestia
estúpido de mí, no comprendía, una bestia era ante ti. (Salmos 73, 22)
No entregues a la bestia el alma de tu tórtola, la vida de tus pobres no olvides para siempre. (Salmos 74, 19)
Las bestias estaban repartidas entre las falanges. Mil hombres, con cota de malla y casco de bronce en la cabeza, se alineaban al lado de cada elefante. Además, con cada bestia iban quinientos jinetes escogidos, (I Macabeos 6, 35)
Corrió audazmente hasta la bestia, metiéndose entre la falange, matando a derecha e izquierda y haciendo que los enemigos se apartaran de él a un lado y a otro; (I Macabeos 6, 45)
Provisto del mandato real, se volvió sin poseer nada digno del sumo sacerdocio, sino más bien el furor de un cruel tirano y la furia de una bestia salvaje. (II Macabeos 4, 25)
Porque el hombre y la bestia tienen la misma suerte: muere el uno como la otra; y ambos tienen el mismo aliento de vida. En nada aventaja el hombre a la bestia, pues todo es vanidad. (Eclesiastés 3, 19)
¿Quién sabe si el aliento de vida de los humanos asciende hacia arriba y si el aliento de vida de la bestia desciende hacia abajo, a la tierra? (Eclesiastés 3, 21)
Para toda carne, del hombre hasta la bestia, mas para los pecadores siete veces más: (Eclesiástico 40, 8)
Serán dejados juntamente a merced de las aves rapaces de los montes y de las bestias de la tierra; pasarán allí el verano las rapaces y toda bestia terrestre allí invernará. (Isaías 18, 6)
No habrá león en ella, ni por ella subirá bestia salvaje, no se encontrará en ella; los rescatados la recorrerán. (Isaías 35, 9)
Yo dije entonces: «¡Ah, Señor Yahveh!, mi alma no está impura. Desde mi infancia hasta el presente jamás he comido bestia muerta o despedazada, ni carne corrompida entró en mi boca.» (Ezequiel 4, 14)
Los sacerdotes no comerán carne de ningún ave ni bestia muerta o desgarrada. (Ezequiel 44, 31)