Löydetty 656 Tulokset: fruto del Espíritu

  • Hablarás tú con todos los artesanos hábiles a quienes he llenado de espíritu de sabiduría; ellos harán las vestiduras de Aarón para que sea consagrado sacerdote mío. (Exodo 28, 3)

  • y le he llenado del espíritu de Dios concediéndole habilidad, pericia y experiencia en toda clase de trabajos; (Exodo 31, 3)

  • todos aquellos a quienes impulsaba su corazón y movía su espíritu vinieron a traer la ofrenda reservada a Yahveh, para los trabajos de la Tienda del Encuentro, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. (Exodo 35, 21)

  • y le ha llenado del espíritu de Dios, confiriéndole habilidad, pericia y experiencia en toda clase de trabajos, (Exodo 35, 31)

  • Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales, consideraréis impuro su fruto, como incircunciso; por tres años os serán como incircuncisos y no se podrán comer. (Levítico 19, 23)

  • Y en el quinto año podréis comer de su fruto y almacenar en vuestro provecho su producto. Yo, Yahveh, vuestro Dios. (Levítico 19, 25)

  • El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino, morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos. (Levítico 20, 27)

  • Y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta saciaros; y habitaréis seguros en ella. (Levítico 25, 19)

  • os enviaré las lluvias a su tiempo, para que la tierra dé sus frutos y el árbol del campo su fruto. (Levítico 26, 4)

  • Yo bajaré a hablar contigo; tomaré parte del espíritu que hay en ti y lo pondré en ellos, para que lleven contigo la carga del pueblo y no la tengas que llevar tú solo. (Números 11, 17)

  • Bajó Yahveh en la Nube y le habló. Luego tomó algo del espíritu que había en él y se lo dio a los sententa ancianos. Y en cuanto reposó sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, pero ya no volvieron a hacerlo más. (Números 11, 25)

  • Habían quedado en el campamento dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad. Reposó también sobre ellos el espíritu, pues aunque no habían salido a la Tienda, eran de los designados. Y profetizaban en el campamento. (Números 11, 26)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina