Löydetty 1677 Tulokset: guerra contra los santos
Pondrás el propiciatorio sobre el arca del Testimonio, en el Santo de los Santos. (Exodo 26, 34)
Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré un gran pueblo.» (Exodo 32, 10)
Pero Moisés trató de aplacar a Yahveh su Dios, diciendo: "¿Por qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte? (Exodo 32, 11)
¿Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra? Abandona el ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo. (Exodo 32, 12)
Cuando Josué oyó la voz del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: «Gritos de guerra en el campamento.» (Exodo 32, 17)
Yahveh respondió a Moisés: Al que peque contra mí, le borraré yo de mi libro. (Exodo 32, 33)
El sacerdote la ofrecerá en el altar, descervigará su cabeza y la quemará en el altar; su sangre será exprimida contra la pared del altar. (Levítico 1, 15)
Habla a los israelitas y diles: Si alguien peca por inadvertencia contra cualquiera de los mandamientos de Yahveh sobre lo que no se debe hacer y comete una de estas acciones prohibidas: (Levítico 4, 2)
Si alguien comete una prevaricación pecando por inadvertencia contra los derechos sagrados de Yahveh, ofrecerá a Yahveh, como sacrificio de reparación, un carnero del rebaño, sin defecto, valorado en siclos de plata, en siclos del Santuario, como sacrificio de reparación. (Levítico 5, 15)
Resarcirá lo que defraudó pecando contra los derechos sagrados, y añadirá un quinto más, y se lo dará al sacerdote. El sacerdote hará por él la expiación con el carnero del sacrificio de reparación; y se le perdonará. (Levítico 5, 16)
Si uno peca y comete una prevaricación contra Yahveh engañando a su prójimo acerca de un depósito o de un objeto confiado a sus manos, o de algo robado, o bien oprimiendo a su prójimo violentamente, (Levítico 5, 21)
Moisés preguntó con interés acerca del macho cabrío del sacrificio por el pecado; pero he aquí que había sido ya quemado. Irritado contra Eleazar e Itamar, los hijos que le habían quedado a Aarón, dijo: (Levítico 10, 16)