Löydetty 64 Tulokset: poderoso
Asá invocó a Yahveh su Dios, y dijo: «¡Oh Yahveh, sólo tú puedes ayudar entre el poderoso y el desvalido! ¡Ayúdanos, pues, Yahveh, Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre marchamos contra esta inmensa muchedumbre! ¡Yahveh, tú eres nuestro Dios! ¡No prevalezca contra ti hombre alguno!» (II Crónicas 14, 10)
Los ammonitas pagaron tributo a Ozías, y su fama llegó hasta la frontera de Egipto, porque se había hecho sumamente poderoso. (II Crónicas 26, 8)
Jotam llegó a ser poderoso, porque se afirmó en los caminos de Yahveh su Dios. (II Crónicas 27, 6)
Ahora, pues, oh Dios nuestro, tú, Dios grande, poderoso y temible, que mantienes la alianza y el amor, no menosprecies esta miseria que ha caído sobre nosotros, sobre nuestros reyes y príncipes, nuestros sacerdotes y profetas, sobre todo tu pueblo, desde los tiempos de los reyes de Asiria hasta el día de hoy. (Nehemías 9, 32)
Si se trata de fuerza, ¡es él el Poderoso! Si de justicia, ¿quién le emplazará? (Job 9, 19)
¿Podría gobernar un enemigo del derecho? ¿al Justo poderoso vas a condenar? (Job 34, 17)
Haz comparecer al rico como al que nada tiene, al débil como al poderoso. (Job 36, 19)
me libera de un enemigo poderoso, de mis adversarios más fuertes que yo. (Salmos 18, 18)
Yahveh, Dios Sebaot, ¿quién como tú?, poderoso eres, Yahveh, tu lealtad te circunda. (Salmos 89, 9)
Poderoso rey que el juicio ama, tú has fundado el derecho, juicio y justicia tú ejerces en Jacob. (Salmos 99, 4)
Tomando entonces la palabra los enviados del rey, se dirigieron a Matatías y le dijeron: «Tú eres jefe ilustre y poderoso en esta ciudad y estás bien apoyado de hijos y hermanos. (I Macabeos 2, 17)
y cuando vio aquel poderoso ejército, oró diciendo: «Bendito seas, Salvador de Israel, que quebraste el ímpetu del poderoso guerrero por mano de tu siervo David y entregaste el ejército de los filisteos en manos de Jonatán, hijo de Saúl, y de su escudero. (I Macabeos 4, 30)