Löydetty 168 Tulokset: ídolos/page/11

  • Mientras Labán se había ido al esquileo de sus ovejas, Raquel robó los ídolos familiares a su padre. (Génesis 31, 19)

  • pero ésta había tomado los ídolos y los había escondido debajo de la albarda del camello, sentándose encima de ellos. Labán rebuscó por toda la tienda, pero no los encontró. (Génesis 31, 34)

  • Raquel le dijo: "No se enfade mi señor si no puedo levantarme ante él, pues tengo lo que es habitual en las mujeres". Así él buscó y rebuscó, pero no pudo encontrar sus ídolos. (Génesis 31, 35)

  • No os vayáis tras los ídolos, y no os hagáis dioses de metal fundido: yo, el Señor, vuestro Dios. (Levítico 19, 4)

  • "No os hagáis ídolos, no os alcéis estatuas o estelas ni pongáis en vuestra tierra piedras esculpidas para postraros ante ellas, porque yo soy el Señor, vuestro Dios. (Levítico 26, 1)

  • Destruiré vuestras colinas idolátricas, destrozaré los altares de vuestros perfumes, amontonaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros ídolos y os aborreceré. (Levítico 26, 30)

  • No harás ídolos ni imagen tallada alguna de cuanto hay arriba en los cielos, abajo en la tierra o en las aguas subterráneas. (Deuteronomio 5, 8)

  • Ésta será vuestra conducta con ellos: derribaréis sus altares, romperéis sus estelas, abatiréis sus cipos y quemaréis sus ídolos. (Deuteronomio 7, 5)

  • Ya habéis visto sus horrorosos y vergonzosos ídolos de madera, piedra, plata y oro. (Deuteronomio 29, 16)

  • pero cuando llegó al lugar llamado "Los Ídolos", cerca de Guilgal, se volvió y dijo: "Tengo un mensaje secreto para ti, oh rey". El rey respondió: "¡Silencio!", y mandó salir a todos los que estaban con él. (Jueces 3, 19)

  • Mientras ellos esperaban, Ehud huyó, pasó el lugar llamado "Los Ídolos" y se puso a salvo en Seirá. (Jueces 3, 26)

  • Así Micá llegó a tener un santuario; hizo un efod e ídolos familiares y nombró sacerdote a uno de sus hijos. (Jueces 17, 5)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina