Löydetty 800 Tulokset: Judá y Tamar

  • En aquel día, palabra del Señor, heriré de espanto a los caballos, y a sus jinetes de locura. Yo miraré por Judá, pero heriré de ceguera a todos los caballos de las naciones. (Zacarías 12, 4)

  • Entonces los jefes de Judá se dirán: "Los habitantes de Jerusalén tienen su fuerza en el Señor todopoderoso, su Dios". (Zacarías 12, 5)

  • En aquel día yo haré de los jefes de Judá como una olla puesta sobre fuego de leña y como hachas encendidas en un manojo; ellos devorarán a derecha y a izquierda a todos los pueblos de alrededor, y Jerusalén será de nuevo habitada en su lugar. (Zacarías 12, 6)

  • En aquel día el Señor protegerá en primer lugar todas las tiendas de Judá para que no supere el esplendor de la casa de David, y la gloria de los habitantes de Jerusalén a la de Judá. (Zacarías 12, 7)

  • Y se allanará el valle del Hinón, se allanará como se allanó a causa del terremoto en los días de Ozías, rey de Judá. Y vendrá el Señor, tu Dios, acompañado de todos sus santos. (Zacarías 14, 5)

  • También Judá luchará con Jerusalén. Las riquezas de todos los pueblos de alrededor serán reunidas: oro, plata y vestidos en gran cantidad. (Zacarías 14, 14)

  • Todas las ollas en Jerusalén y en Judá serán consagradas al Señor todopoderoso; vendrán todos los que ofrezcan sacrificios, las tomarán y se servirán de ellas para cocer, y no habrá ya mercaderes en el templo del Señor todopoderoso en aquel día. (Zacarías 14, 21)

  • Judá ha cometido una traición; en Israel y en Jerusalén se cometen acciones horribles. Judá ha profanado el santuario querido del Señor al casarse con la hija de un dios extranjero. (Malaquías 2, 11)

  • Entonces la ofrenda de Judá y de Jerusalén será agradable al Señor como en los tiempos antiguos, como en los años primeros. (Malaquías 3, 4)

  • Abrahán fue padre de Isaac; Isaac de Jacob; Jacob de Judá y sus hermanos; (Mateo 1, 2)

  • Judá tuvo de Tamar a Fares y a Zéraj; Fares fue padre de Jesrón; Jesrón de Arán; (Mateo 1, 3)

  • Ellos le contestaron: En Belén de Judá, pues así está escrito por el profeta: (Mateo 2, 5)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina