Löydetty 162 Tulokset: animales salvajes
En efecto, hoy ha matado bueyes, animales cebados y ganado menor en gran cantidad y ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y a Abiatar, el sacerdote. Están comiendo y bebiendo en su compañía y gritan: ¡Viva el rey Adonías! (I Reyes 1, 25)
trató acerca de los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que brota en la pared; disertó acerca de los animales, de las aves, de los reptiles y de los peces. (I Reyes 5, 13)
Ajab dijo a Abdías: "Vamos a recorrer el país en busca de fuentes de agua y de arroyos, por si podemos encontrar pasto para mantener caballos y mulos, y no mueran todos los animales". (I Reyes 18, 5)
Como los sacerdotes eran pocos y no bastaban para degollar todos los animales del holocausto, les ayudaron sus hermanos los levitas, hasta que terminó el trabajo y se purificaron los sacerdotes, porque los levitas habían sido más diligentes que los sacerdotes en purificarse. (II Crónicas 29, 34)
Inmolaron los animales de la pascua; los sacerdotes derramaban la sangre y los levitas desollaban las víctimas. (II Crónicas 35, 11)
Los hombres y sus esposas, sus hijos, incluso pequeñitos; sus animales, los forasteros, los jornaleros y los esclavos, se pusieron cilicios sobre sus cuerpos. (Judit 4, 10)
Viva Nabucodonosor, rey de toda la tierra, y viva su poder, que te ha enviado para restablecer el orden en todos los seres vivientes; ya que, gracias a ti, no sólo los hombres le sirven, sino hasta las bestias salvajes, los animales domésticos y las aves del cielo viven, gracias a tu poder, para Nabucodonosor y toda su dinastía. (Judit 11, 7)
Los rugidos del león, sus aullidos salvajes, como los dientes de los leoncillos quedan rotos. (Job 4, 10)
Con las piedras del campo harás un pacto, y las bestias salvajes vivirán en paz contigo. (Job 5, 23)
Otros, como asnos salvajes en el desierto, salen en busca de comida, del alimento que la estepa les da para sus crías. (Job 24, 5)
Los animales huyen a sus guaridas, en sus cubiles se refugian. (Job 37, 8)
Las montañas le ofrecen su tributo, y todas las bestias salvajes que retozan allí. (Job 40, 20)