Löydetty 2132 Tulokset: siete hijos de Saúl/page/7/page/2/page/5/page/3/page/2

  • A la mujer le dijo: "Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con dolor parirás a tus hijos; tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará". (Génesis 3, 16)

  • El Señor le dijo: "No será así; si alguien mata a Caín, lo pagará siete veces". Y el Señor puso una señal a Caín para que si alguien lo encontraba, no lo matara. (Génesis 4, 15)

  • Caín será vengado siete veces; Lamec lo será setenta y siete". (Génesis 4, 24)

  • Después de engendrar a Set vivió todavía Adán ochocientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 4)

  • y después de haber engendrado a Enós, vivió todavía ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 7)

  • y después de haber engendrado a Quenán, vivió todavía ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 10)

  • y después de haber engendrado a Mahalalel, vivió todavía ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 13)

  • y después de haber engendrado a Yéred, vivió todavía ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 16)

  • y después de haber engendrado a Henoc, vivió todavía ochocientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 19)

  • y después de haber engendrado a Matusalén, siguió los caminos de Dios trescientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 22)

  • Matusalén, a la edad de ciento ochenta y siete años, engendró a Lamec; (Génesis 5, 25)

  • y después de haber engendrado a Lamec, vivió todavía setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 26)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina