1. Entonen al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas, la salvación provino de su diestra, de su brazo de santidad.

2. El Señor dio a conocer su salvación, les hizo ver a los paganos su justicia,

3. se acordó de su amor y fidelidad en favor de la casa de Israel. Todos, hasta los confines del mundo, han visto la salvación de nuestro Dios.

4. ¡Aclamen al Señor, toda la tierra, estallen en gritos de alegría!

5. ¡Canten con la cítara al Señor, con la cítara y al son de la salmodia,

6. al son de la trompeta y del cuerno aclamen el paso del Rey, el Señor!

7. ¡Rujan el mar y todo lo que contiene, el mundo y todos los que lo habitan!

8. Aplaudan los ríos y los montes griten de alegría delante del Señor, porque ya viene, porque ya viene a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia y a los pueblos según su derecho.





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina