Trouvé 61 Résultats pour: la historia de la torre de babel

  • reparó hasta la Puerta de las Aguas, al oriente y hasta delante de la torre saliente. (Nehemías 3, 26)

  • A continuación los de Tecoa repararon otro sector frente a la torre grande saliente hasta el muro de Ofel. (Nehemías 3, 27)

  • El segundo coro marchaba por la izquierda; yo iba detrás con la mitad de los jefes del pueblo por encima de la muralla, pasando por la Torre de los Hornos, hasta la muralla ancha, (Nehemías 12, 38)

  • por encima de la Puerta de Efraím, la Puerta de Jesena, la puerta del Pescado, la Torre de Jananel, hasta la Puerta de las Ovejas, y nos detuvimos en la Puerta de la Cárcel. (Nehemías 12, 39)

  • Historia de Tobit, hijo de Tobiel, hijo de Ananías, hijo de Aduel, hijo de Gabael, de la raza de Asiel, de la tribu de Neftalí, (Tobías 1, 1)

  • Llévame a la roca muy alta para mí, pues tú eres mi refugio, una torre poderosa ante el enemigo. (Salmos 61, 4)

  • Los elefantes llevaban sobre sí una torre fuerte de madera, sujeta con un correaje; en esa torre había cuatro combatientes, además del conductor. (1 Macabeos 6, 37)

  • En aquellos días acampó Simón contra Gazer y la rodeó con su ejército. Construyó una torre móvil y la acercó a la ciudad, atacó una torre y la ocupó. (1 Macabeos 13, 43)

  • Entonces los que estaban en la torre móvil entraron en la ciudad, causando gran consternación. (1 Macabeos 13, 44)

  • La historia de Judas Macabeo y de sus hermanos ha sido escrita por Jasón de Cirene. Relató la Purificación del templo del Altísimo, la dedicación del altar, (2 Macabeos 2, 19)

  • Pues comprobamos que estos libros contienen muchísimas cifras y sabemos que, a los que quieren estudiar la historia, se les hace difícil informarse de tantos hechos; (2 Macabeos 2, 24)

  • Vamos, pues, a empezar la narración sin alargar lo dicho anteriormente, pues sería absurdo alargarse en lo que precede la historia y ser breves en la narración de la historia misma. (2 Macabeos 2, 32)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina