Trouvé 367 Résultats pour: altar

  • ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? (Mateo 23, 19)

  • Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. (Mateo 23, 20)

  • para que caiga sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del inocente Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, a quien matasteis entre el Santuario y el altar. (Mateo 23, 35)

  • Se le apareció el Angel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. (Lucas 1, 11)

  • desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. (Lucas 11, 51)

  • Pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: «Al Dios desconocido.» Pues bien, lo que adoráis sin conocer, eso os vengo yo a anunciar. (Hechos 17, 23)

  • ¿No sabéis que los ministros del templo viven del templo? ¿Que los que sirven al altar, del altar participan? (I Corintios 9, 13)

  • Fijaos en el Israel según la carne. Los que comen de las víctimas ¿no están acaso en comunión con el altar? (I Corintios 10, 18)

  • Pues aquel de quien se dicen estas cosas, pertenecía a otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. (Hebreos 7, 13)

  • que contenía el altar de oro para el incienso, el arca de la Alianza - completamente cubierta de oro - y en ella, la urna de oro con el maná, la vara de Aarón que retoño y las tablas de la Alianza. (Hebreos 9, 4)

  • Tenemos nosotros un altar del cual no tienen derecho a comer los que dan culto en la Tienda. (Hebreos 13, 10)

  • Abraham nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? (Santiago 2, 21)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina