Trouvé 168 Résultats pour: epístola de San Judas

  • En la recia batalla trabada, las tropas de Judas lograron la victoria, gracias al auxilio recibido de Dios; los nómadas, vencidos, pidieron a Judas que les diera la mano, prometiendo entregarle ganado y serle útiles en adelante. (II Macabeos 12, 11)

  • Judas, dándose cuenta de que verdaderamente en muchos casos podían ser de utilidad, consintió en hacer las paces con ellos; estrechada la mano se retiraron a las tiendas. (II Macabeos 12, 12)

  • Judas atacó también a cierta ciudad fortificada con terraplenes, rodeada de murallas, y habitada por una población mixta de varias naciones, por nombre Caspín. (II Macabeos 12, 13)

  • Los sitiados, confiados en la solidez de las murallas y en la provisión de víveres, trataban groseramente con insultos a los hombres de Judas, profiriendo además blasfemias y palabras sacrílegas. (II Macabeos 12, 14)

  • Los hombres de Judas, después de invocar al gran Señor del mundo, que sin arietes ni máquinas de guerra había derruido a Jericó en tiempo de Josué, atacaron ferozmente la muralla. (II Macabeos 12, 15)

  • Al enterarse Timoteo de la llegada de Judas, mandó por delante las mujeres, los niños y el resto de la impedimenta al sitio llamado Carnión; pues era un lugar inexpugnable y de acceso difícil, por la angostura de todos sus pasos. (II Macabeos 12, 21)

  • En cuanto apareció, la primera, la cohorte de Judas, se apoderó de los enemigos el miedo y el temor al manifestarse ente ellos Aquél que todo lo ve, y se dieron a la fuga cada cual por su lado, de modo que muchas veces eran heridos por sus propios compañeros y atravesados por las puntas de sus espadas. (II Macabeos 12, 22)

  • Judas seguía tenazmente en su persecución, acuchillando a aquellos criminales; llegó a matar hasta 30.000 hombres. (II Macabeos 12, 23)

  • Habiéndose dirigido al Carnión y al Atargateion, Judas dio muerte a 25.000 hombres. (II Macabeos 12, 26)

  • Judas y los suyos se lo agradecieron y les exhortaron a que también en lo sucesivo se mostraran bien dispuestos con su raza. Llegaron a Jerusalén en la proximidad de la fiesta de las Semanas. (II Macabeos 12, 31)

  • Ante la fatiga de los hombres de Esdrías que llevaban mucho tiempo luchando, Judas suplicó al Señor que se mostrase su aliado y su guía en el combate. (II Macabeos 12, 36)

  • Judas, después de reorganizar el ejército, se dirigió hacia la ciudad de Odolam. Al llegar el día séptimo, se purificaron según la costumbre y celebraron allí el sábado. (II Macabeos 12, 38)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina