Trouvé 895 Résultats pour: seis días

  • Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso completo, reunión sagrada en que no haréis trabajo alguno. Será descanso de Yahveh dondequiera que habitéis. (Levítico 23, 3)

  • El quince de este mes se celebrará la fiesta de los Azimos en honor de Yahveh. Durante siete días comeréis panes ázimos. (Levítico 23, 6)

  • Ofreceréis durante siete días manjares abrasados a Yahveh. El séptimo día celebraréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil. (Levítico 23, 8)

  • hasta el día siguiente al séptimo sábado, contaréis cincuenta días y entonces ofreceréis a Yahveh una oblación nueva. (Levítico 23, 16)

  • Habla a los israelitas y diles: El día quince de ese séptimo mes celebraréis durante siete días la fiesta de las Tiendas en honor a Yahveh. (Levítico 23, 34)

  • Durante siete días ofreceréis manjares abrasados a Yahveh. El día octavo tendréis reunión sagrada y ofreceréis manjares abrasados a Yahveh. Habrá asamblea solemne. No haréis trabajo servil alguno. (Levítico 23, 36)

  • El día quince del séptimo mes, después de haber cosechado el producto de la tierra, celebraréis la fiesta en honor de Yahveh durante siete días. El primer día será de descanso completo e igualmente el octavo. (Levítico 23, 39)

  • El primer día tomaréis frutos de los mejores árboles, ramos de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces de río; y os alegraréis en la presencia de Yahveh, vuestro Dios, por espacio de siete días. (Levítico 23, 40)

  • Celebraréis fiesta en honor de Yahveh durante siete días cada año. Será decreto perpetuo de generación en generación. En el séptimo mes la celebraréis. (Levítico 23, 41)

  • Durante siete días habitaréis en cabañas. Todos los naturales de Israel morarán en cabañas, (Levítico 23, 42)

  • Las colocarás en dos filas, seis en cada fila, sobre la mesa pura en la presencia de Yahveh. (Levítico 24, 6)

  • Seis años sembrarás tu campo, seis años podarás tu viña y cosecharás sus productos; (Levítico 25, 3)


“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina