Trouvé 54 Résultats pour: vaso de barro
Los deshice como polvo al viento, los aplasté como el barro del camino. (Salmos 18, 43)
Mientras que a los otros, en castigo de su edicto infanticida, les diste el manantial siempre corriente de un río enturbiado con sangre mezclada de barro, (Sabiduría 11, 6)
Un alfarero, modelando laboriosamente la tierra blanda, fabrica todos los objetos de nuestro uso; pero del mismo barro fabrica los destinados a usos limpios y los destinados a usos contrarios; todos igualmente. En cuanto al uso de cada uno, lo determina el alfarero. (Sabiduría 15, 7)
Después, dedicándose a un trabajo reprobable, del mismo barro modela un dios falso él, que hace bien poco nació de la tierra y volverá bien pronto a ella, de donde fue sacado, cuando le pidan que restituya su vida prestada. (Sabiduría 15, 8)
No tomes peso superior a tus fuerzas, no trates con el más fuerte y rico que tú. ¿Cómo vamos a juntar la olla de barro con la caldera? Ésta chocará con ella y la romperá. (Eclesiástico 13, 2)
El corazón del necio es como un vaso roto; no retendrá la sabiduría. (Eclesiástico 21, 14)
Como barro en manos de alfarero todos los caminos son según su beneplácito , así los hombres en manos de su hacedor, que dará a cada uno según su voluntad. (Eclesiástico 33, 13)
como fuego e incienso en el incensario, como vaso de oro macizo, adornado con toda clase de piedras preciosas; (Eclesiástico 50, 9)
¡Qué perversidad! ¡Como si el barro pudiese compararse con el alfarero, o la obra decirle a su autor: No me has hecho, o el vaso a su alfarero: Nada sabes! (Isaías 29, 16)
Yo lo he suscitado del norte y ya viene, del sol levante lo he llamado por su nombre; ha pisoteado como barro a los sátrapas, como un alfarero pisa la arcilla. (Isaías 41, 25)
¡Ay de aquel que litiga con su creador, siendo sólo un tiesto de barro! ¿Dice acaso la arcilla a su alfarero: Qué haces? Le dice su obra: ¿No tienes manos? (Isaías 45, 9)
El Señor me dijo: "Vete a comprar una vasija de barro, toma contigo algunos de los ancianos del pueblo y de los sacerdotes (Jeremías 19, 1)