1. ¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva!

2. ¡Lleguemos hasta él dándole gracias, aclamemos con música al Señor!

3. Porque el Señor es un Dios grande, el soberano de todos los dioses:

4. en su mano están los abismos de la tierra, y son suyas las cumbres de las montañas;

5. suyo es el mar, porque él lo hizo, y la tierra firme, que formaron sus manos.

6. ¡Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!

7. Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:

8. "No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto,

9. cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras.

10. Cuarenta años me disgustó esa generación, hasta que dije: ‘Es un pueblo de corazón extraviado, que no conoce mis caminos’.

11. Por eso juré en mi indignación: ‘Jamás entrarán en mi Reposo’".





“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina