pronađen 2587 Rezultati za: ana
Esaú vio que su padre había bendecido a Jacob y lo enviaba a Padán-Aram para que allí se buscara una mujer. Escuchó también que, después de haberlo bendecido, le había ordenado: «No te cases con ninguna mujer cananea», (Génesis 28, 6)
Comprendió, pues, que las mujeres cananeas no agradaban a su padre Isaac. (Génesis 28, 8)
Se dirigió a Ismael y tomó por esposa, además de las que tenía, a Majalat, hija de Ismael, hijo de Abrahán, y hermana de Nebayot. (Génesis 28, 9)
Entonces Jacob hizo una promesa: «Si Dios me acompaña y me protege durante este viaje que estoy haciendo, si me da pan para comer y ropa para vestirme, (Génesis 28, 20)
Jacob les dijo: «Veo que el sol está todavía alto y que aún no es hora para guardar el ganado, ¿por qué no dan agua a sus ovejas y las llevan a pastar.» (Génesis 29, 7)
Apenas supo Labán que Jacob era el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó, y lo llevó a su casa. (Génesis 29, 13)
A la mañana siguiente: ¡Caramba! ¡Lía! Jacob dijo a Labán: «¿Qué me has hecho? Yo te he servido por Raquel. (Génesis 29, 25)
¿Por qué me has engañado?» Labán le respondió: «No se acostumbra por aquí dar la menor antes que la mayor. (Génesis 29, 26)
Deja que se termine la semana de bodas, y te daré también a mi hija menor, pero tendrás que prestarme servicios por otros siete años más.» (Génesis 29, 27)
Jacob lo aceptó, y al terminar la semana de bodas con Lía, Labán le entregó a su hija Raquel. (Génesis 29, 28)
Raquel, viendo que no daba hijos a Jacob, se puso envidiosa de su hermana y dijo a Jacob: «Dame hijos, porque si no, me muero.» (Génesis 30, 1)
Y Raquel dijo: «Tuve una lucha tremenda con mi hermana y he vencido.» Por eso lo llamó Neftalí. (Génesis 30, 8)