pronađen 44 Rezultati za: rectitud

  • No son ni tu justicia ni la rectitud de tu corazón las que te harán tomar posesión de esa tierra. Todo lo contrario: es a causa de la maldad de esas naciones que el Señor las despoja ante ti, para cumplir la promesa que él juró a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob. (Deuteronomio 9, 5)

  • Salomón respondió: "Tú has tratado a tu servidor David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia con lealtad, con justicia y rectitud de corazón; tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono. (I Reyes 3, 6)

  • y Dios le dijo: "Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud, (I Reyes 3, 11)

  • En cuanto a ti, si caminas en mi presencia como lo hizo tu padre David, con integridad de corazón y rectitud, practicando todo lo que te he mandado, observando mis preceptos y mis leyes, (I Reyes 9, 4)

  • Yo sé, Dios mío, que tú sondeas el corazón y amas la rectitud: por eso, con rectitud de corazón, te he ofrecido espontáneamente todas estas cosas, y ahora veo con alegría que el pueblo aquí presente te ofrece sus dones generosamente. (I Crónicas 29, 17)

  • Me había revestido de justicia, y ella me cubría, mi rectitud era como un manto y un turbante. (Job 29, 14)

  • él gobierna al mundo con justicia y juzga con rectitud a las naciones. (Salmos 9, 9)

  • la integridad y la rectitud me protegen, porque yo espero en ti, Señor. (Salmos 25, 21)

  • ¿Acaso ustedes, los poderosos, pronuncian realmente sentencias justas y gobiernan a los hombres con rectitud? (Salmos 58, 2)

  • De Salomón. Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, (Salmos 72, 1)

  • para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. (Salmos 72, 2)

  • "En el momento que yo decida, juzgaré con rectitud. (Salmos 75, 3)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina