pronađen 86 Rezultati za: Baal

  • Pero yo me reservaré en Israel siete mil: todas las rodillas que no se han doblado ante Baal y todas las bocas que no lo han besado". (I Reyes 19, 18)

  • Sirvió a Baal y le adoró, irritando al Señor, Dios de Israel, exactamente como lo había hecho su padre. (I Reyes 22, 54)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor, aunque no tanto como su padre y su madre, pues retiró la estela de Baal, que su padre había hecho. (II Reyes 3, 2)

  • Un hombre llegó de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios el pan de las primicias, veinte panes de cebada y espigas nuevas en su alforja. Eliseo ordenó: "Dalo a las gentes para que coman". (II Reyes 4, 42)

  • Jehú congregó a todo el pueblo y les dijo: "Ajab rindió poco culto a Baal; Jehú le rendirá mucho más. (II Reyes 10, 18)

  • Pues bien, convocad ante mí a todos los profetas de Baal, a todos sus sacerdotes y a todos sus adoradores. Que nadie falte, porque tengo que ofrecer un sacrificio solemne a Baal. Todo el que falte morirá". Jehú obraba así con astucia para hacer perecer a todos los adoradores de Baal. (II Reyes 10, 19)

  • Y ordenó: "Promulgad una fiesta en honor de Baal". Y, en efecto, fue anunciada. (II Reyes 10, 20)

  • Jehú envió emisarios por todo Israel, y todos los adoradores de Baal se presentaron; ni uno solo dejó de venir; y entraron en el templo de Baal, que quedó lleno de punta a cabo. (II Reyes 10, 21)

  • Jehú dijo entonces al prefecto del vestuario: "Saca vestiduras para todos los adoradores de Baal". Y él les sacó las vestiduras. (II Reyes 10, 22)

  • Jehú y Jonadab, hijo de Recab, entraron en el templo de Baal; Jehú ordenó a los adoradores de Baal: "Registrad y mirad para que no haya aquí con vosotros ninguno de los adoradores del Señor, sino únicamente adoradores de Baal". (II Reyes 10, 23)

  • Y cuando el holocausto estuvo terminado, Jehú ordenó a la escolta y a los oficiales: "¡Entrad, matadlos! Que no escape ni uno". Y los pasaron a espada, y llegaron hasta el lugar más santo del templo de Baal. (II Reyes 10, 25)

  • destruyeron también la estatua de Baal y demolieron su templo, convirtiéndolo en un muladar hasta nuestros días. (II Reyes 10, 27)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina