Talált 2112 Eredmények: día del Señor
El Señor me librará de todo mal y me salvará, llevándome a su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (2º Carta a Timoteo 4, 18)
Haz todo lo posible por venir antes del invierno. Te saludan Eúbulo, Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos. El Señor sea contigo. (2º Carta a Timoteo 4, 21)
Tengan gracia y paz de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús el Señor. (Carta a Filemon 1, 3)
pues oigo alabar el amor y la fe que te animan, tanto hacia el Señor como en beneficio de los santos. (Carta a Filemon 1, 5)
Vamos, hermano, espero de ti este servicio en el Señor; reconfórtame en Cristo. (Carta a Filemon 1, 20)
Que la gracia de Cristo Jesús, el Señor, esté con ustedes. Amén. (Carta a Filemon 1, 25)
Y también leemos: Tú, Señor, en el principio, pusiste la tierra sobre sus bases, y los cielos son obra de tus manos. (Carta a los Hebreos 1, 10)
¿Cómo, pues, escaparemos nosotros, si despreciamos una salvación tan trascendente? El Señor mismo la proclamó primero, y luego la confirmaron aquellos que le oyeron. (Carta a los Hebreos 2, 3)
Señor, yo te daré a conocer a mis hermanos, en medio de la asamblea celebraré tu nombre. (Carta a los Hebreos 2, 12)
Escuchemos lo que dice el Espíritu Santo: Ojalá escuchen hoy la voz del Señor; (Carta a los Hebreos 3, 7)
Fíjense en lo que dice la Escritura: Ojalá escuchen hoy la voz del Señor; no endurezcan su corazón, como ocurrió en el día amargo. (Carta a los Hebreos 3, 15)
Por esta razón, mucho más tarde, Dios fija nuevamente un día que llama hoy, diciendo por boca de David lo que se recordó más arriba: Ojalá hoy escuchen la voz del Señor, no endurezcan su corazón. (Carta a los Hebreos 4, 7)