Talált 437 Eredmények: lista de siervos del templo
Por eso, hasta el día de hoy los que entran en su templo en Asdod, no pisan el umbral del templo. (1 Samuel 5, 5)
Colocaron las armas de Saúl en el templo de Astarté y colgaron su cuerpo en el muro de Betsán. (1 Samuel 31, 10)
Este día, David dijo: «El que quiera atacar a los jebuseos, que suba por el túnel del agua, pues aborrezco a esos cojos y ciegos.» Por eso dice el proverbio: «No entrarán en el Templo ni cojos ni ciegos.» (2 Samuel 5, 8)
Entonces Joab fue a casa de Absalón y le dijo: «¿Por qué tus siervos han prendido fuego a mi campo?» (2 Samuel 14, 31)
En mi angustia clamé a Yavé, invoqué a mi Dios, desde su templo oyó mi voz, y mi clamor llegó a sus oídos. (2 Samuel 22, 7)
La galería inferior tenía dos metros y medio de ancho, la intermedia tenía tres, y la tercera tres metros y medio de ancho, porque fue rebajando alrededor del templo, por la parte exterior, para no empotrar las vigas en las paredes de la Casa. (1 Reyes 6, 6)
Asentó las columnas junto al vestíbulo del templo, (1 Reyes 7, 20)
las cucharas, los cuchillos y los calderos pequeños, las copas y los braseros de oro fino, las bisagras de oro para las puertas del «Lugar Santísimo» y del Templo. (1 Reyes 7, 50)
y dijo: «Yavé, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni en el cielo, ni en la tierra. Tú eres fiel a tu alianza y tienes compasión con tus siervos cuando te sirven con sinceridad. (1 Reyes 8, 23)
Levantó un altar para Baal en el templo de Baal que construyó en su capital, Samaria. (1 Reyes 16, 32)
Volvió el rey a enviarle un tercer jefe con cincuenta hombres. Este, al llegar, cayó de rodillas ante Elías y le dirigió estas palabras: «Hombre de Dios, te ruego que me perdones, así como a mis cincuenta hombres; todos somos siervos tuyos. (2 Reyes 1, 13)
Solamente acompañaré a mi rey cuando vaya al templo de su dios Rimón. El se apoya en mi brazo, y yo me postraré con él; que Yavé me perdone esto.» (2 Reyes 5, 18)