Talált 145 Eredmények: nación

  • Por eso, hoy te nombramos Sumo Sacerdote de tu nación y te concedemos el título de Amigo del Rey (y le mandó un vestido de rojo púrpura y una corona de oro). Así te invitamos a cuidar nuestros intereses y guardarnos tu amistad.» (1 Macabeos 10, 20)

  • Y les escribió en estos términos: «El rey Demetrio saluda a la nación de los judíos. (1 Macabeos 10, 25)

  • «El rey Demetrio, a Jonatán, a su hermano y a toda la nación judía: paz. (1 Macabeos 11, 30)

  • Por su fidelidad hacia nosotros hemos decidido hacerle favores a la nación de los judíos, que son nuestros amigos y se portan lealmente con nosotros, pues queremos recompensar su fidelidad. (1 Macabeos 11, 33)

  • Los que fueron a Roma entraron al Senado y les dijeron: «El sumo sacerdote Jonatán y la nación de los judíos nos han enviado a renovar con ustedes la amistad y la alianza que nos unió anteriormente.» (1 Macabeos 12, 3)

  • «Jonatán, Sumo Sacerdote, el senado de la nación, los sacerdotes y todo el pueblo de los judíos, a los ciudadanos de Esparta, sus hermanos: paz. (1 Macabeos 12, 6)

  • defenderé a mi nación, al Lugar Santo, a la mujer y a los hijos de todos ustedes.» (1 Macabeos 13, 6)

  • «El rey Demetrio saluda a Simón, Sumo Sacerdote, y Amigo del Rey, a los ancianos y a la nación de los judíos. (1 Macabeos 13, 36)

  • Extendió las fronteras de su país y fue señor de su nación. (1 Macabeos 14, 6)

  • Los mensajeros que han mandado a nuestro pueblo nos informaron de los éxitos y de la prosperidad de su nación. Nos alegramos por su venida. (1 Macabeos 14, 21)

  • en la gran asamblea de los sacerdotes de Israel, de los jefes de la nación y de los ancianos del pueblo, se comunicó lo siguiente: (1 Macabeos 14, 28)

  • En las frecuentes guerras libradas en nuestro país, Simón, hijo de Matatías, sacerdote de la familia de Joarib, y sus hermanos, han arriesgado sus vidas y se han levantado contra los enemigos de su nación para mantener el Templo y la Ley, conquistando gloria eterna para su nación. (1 Macabeos 14, 29)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina