Talált 59 Eredmények: rey Joás

  • Joás tenía siete años cuando comenzó a reinar. (2 Reyes 12, 1)

  • Joás hizo lo que es recto a los ojos de Yavé durante los años que lo guió el sacerdote Joyada. (2 Reyes 12, 3)

  • Joás dijo a los sacerdotes:«Todo el dinero de las contribuciones sagradas que la gente viene a ofrecer a la Casa de Yavé, el dinero en efectivo, el que se ofrece como rescate de las personas y el que libre y voluntariamente trae cada cual a la Casa de Yavé, (2 Reyes 12, 5)

  • El año veintitrés del reinado de Joás, los sacerdotes no habían hecho todavía las reparaciones que necesitaba la Casa de Yavé. (2 Reyes 12, 7)

  • Joás, rey de Judá, tomó todas las cosas preciosas que habían consagrado sus padres, Josafat, Joram y Ocozías, reyes de Judá, todas las que él había consagrado y todo el oro que se halló en los tesoros de la Casa de Yavé y en los de la casa del rey, y los mandó a Jazael, rey de Aram, quien con esto se alejó de Jerusalén. (2 Reyes 12, 19)

  • Lo demás referente a Joás, todo cuanto hizo, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá. (2 Reyes 12, 20)

  • En el año veintitrés de Joás, hijo de Ocozías, rey de Judá, Joacaz, hijo de Jehú, comenzó a reinar sobre Israel en su capital Samaria; reinó diecisiete años. (2 Reyes 13, 1)

  • Cuando Joacaz se acostó con sus padres, lo sepultaron en Samaria y en su lugar reinó su hijo Joás. (2 Reyes 13, 9)

  • En el año treinta y siete de Joás, rey de Judá, Joás, hijo de Joacaz, comenzó a reinar sobre Israel, en su capital Samaria; reinó dieciocho años. (2 Reyes 13, 10)

  • Lo demás referente a Joás, todo cuanto hizo, su valentía y cómo combatió contra Amasías, rey de Judá, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel. (2 Reyes 13, 12)

  • Cuando Joás se acostó con sus padres, fue sepultado en Samaria, junto a los reyes de Israel, y Jeroboam ocupó su trono. (2 Reyes 13, 13)

  • Cuando Eliseo enfermó del mal que lo llevó a la muerte, bajo donde él Joás, rey de Israel, y lloró sobre su rostro, diciendo: «¡Padre mío, padre mío, carro y caballos de Israel!» (2 Reyes 13, 14)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina