Talált 63 Eredmények: Gobernador
Y como él aún no se decidía a volver, añadió: "Vuelve junto a Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia nombró gobernador de las ciudades de Judá, y permanece con él en medio del pueblo, o ve adonde te convenga ir". El comandante de la guardia le dio víveres y un regalo, y lo despidió. (Jeremías 40, 5)
Todos los jefes de las tropas que estaban en el campo, lo mismo que sus hombres, se enteraron de que el rey de Babilonia, había nombrado a Godolías, hijo de Ajicam, gobernador del país, y le había encomendado a los hombres, las mujeres y los niños, y a la gente pobre del país, que no habían sido deportados a Babilonia. (Jeremías 40, 7)
También los judíos que estaban en Moab, entre los amonitas y en Edóm, y los que estaban en todos los demás países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un resto de Judá y le había puesto como gobernador a Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán. (Jeremías 40, 11)
De pronto, Ismael, hijo de Natanías, se levantó con los diez hombres que lo acompañaban, e hirieron con la espada a Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán: así hicieron morir a quien el rey de Babilonia había designado gobernador del país. (Jeremías 41, 2)
lejos de los caldeos. Ellos les temían, en efecto, porque Ismael, hijo de Natanías, había matado a Godolías, hijo de Ajicám, a quien el rey de Babilonia había designado gobernador del país. (Jeremías 41, 18)
Alguno de ellos tiene un cetro como un gobernador de provincia, pero no puede matar al que lo ofende. (Baruc 6, 12)
En el segundo año del rey Darío, el primer día del sexto mes, la palabra del Señor fue dirigida, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, en estos términos: (Ageo 1, 1)
Entonces el Señor despertó el espíritu de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, el de Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo: ellos fueron y se pusieron a trabajar en el Templo de su Dios, el Señor de los ejércitos. (Ageo 1, 14)
Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, y al resto del pueblo: (Ageo 2, 2)
Habla a Zorobabel, gobernador de Judá, y dile: Yo haré estremecer el cielo y la tierra, (Ageo 2, 21)
Cuando ustedes presentan un animal ciego para el sacrificio, ¿no están obrando mal? Y cuando presentan un animal rengo o enfermo, ¿no están obrando mal? Ofrécelos a tu gobernador, a ver si te recibe bien y se muestra favorable, dice el Señor de los ejércitos. (Malaquías 1, 8)
Después de haberlo atado, lo llevaron ante Pilato, el gobernador, y se lo entregaron. (Mateo 27, 2)