Talált 51 Eredmények: renovación del pacto
Lo estableció en virtud de un pacto irrevocable y le confirió el sacerdocio del pueblo. Lo atavió con espléndidos ornamentos y lo ciñó con una vestidura gloriosa. (Eclesiástico 45, 7)
Ustedes dicen: "Hemos hecho una alianza con la Muerte, hemos establecido un pacto con el Abismo. Cuando pase el flagelo desencadenado, no nos alcanzará, porque hemos hecho de la mentira un refugio y nos hemos amparado en el engaño". (Isaías 28, 15)
La alianza que hicieron con la Muerte será anulada y no se mantendrá el pacto con el Abismo. Cuando pase el flagelo desencadenado, serán aplastados: (Isaías 28, 18)
Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, después que el rey Sedecías concertó un pacto con todo el pueblo de Jerusalén, para proclamar una liberación: (Jeremías 34, 8)
Hoy ustedes se habían convertido y habían hecho lo que es recto a mis ojos, proclamando cada uno la liberación de su prójimo; ustedes habían hecho un pacto en mi presencia, en la Casa que es llamada con mi Nombre. (Jeremías 34, 15)
Y a los hombres que transgredieron mi alianza, que no cumplieron las cláusulas del pacto que habían concertado en mi presencia, los trataré como al ternero que ellos cortaron en dos y entre cuyos pedazos pasaron. (Jeremías 34, 18)
Tomó, en cambio, a un vástago de estirpe real, hizo un pacto con él, lo comprometió con un juramento y se llevó a todos los hombres importantes del país, (Ezequiel 17, 13)
para que ese reino fuera humilde e incapaz de sublevarse, para que mantuviera su pacto, y así pudiera subsistir. (Ezequiel 17, 14)
Pero el príncipe se rebeló contra el rey, enviando mensajeros a Egipto a fin de obtener caballos y un ejército numeroso. Ahora bien, ¿prosperará el que ha hecho esto? El que violó el pacto, ¿escapará con vida? (Ezequiel 17, 15)
Juro por mi vida -oráculo del Señor- que él morirá en Babilonia, en el lugar donde reside el rey que lo hizo reinar, cuyo juramento despreció y cuyo pacto quebrantó. (Ezequiel 17, 16)
El príncipe despreció un juramento y quebrantó un pacto; había dado su mano, y después hizo todo esto: ¡no escapará con vida! (Ezequiel 17, 18)
Por eso, así habla el Señor: Juro por mi vida que haré recaer sobre su cabeza mi juramento, que él despreció, y mi pacto, que él quebrantó. (Ezequiel 17, 19)