Talált 106 Eredmények: trabajo en equipo

  • Lo harás en presencia del Señor, tu Dios -en el lugar elegido por él- junto con tu hijo y tu hija, tu esclavo y tu esclava, y con el levita que viva en tu ciudad. Y en la presencia del Señor, tu Dios, te alegrarás por todos los beneficios que hayas obtenido de tu trabajo. (Deuteronomio 12, 18)

  • Durante seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día harás una asamblea litúrgica en honor del Señor, tu Dios. Ese día no realizarás ningún trabajo. (Deuteronomio 16, 8)

  • Luego los ancianos de la ciudad más cercana tomarán una ternera que no haya sido sometida a ningún trabajo ni haya estado bajo el yugo; (Deuteronomio 21, 3)

  • En lo alto de las columnas había una moldura en forma de azucena. Así quedó concluido el trabajo de las columnas. (I Reyes 7, 22)

  • Jirám hizo también las ollas, las palas y los aspersorios. Así terminó todo el trabajo que debía hacer para el rey Salomón en la Casa del Señor: (I Reyes 7, 40)

  • Así fue terminado todo el trabajo que hizo el rey Salomón en la Casa del Señor. Salomón llevó todas las ofrendas que había consagrado su padre David: la plata, el oro y los demás utensilios, y los depositó en los tesoros de la Casa del Señor. (I Reyes 7, 51)

  • Salomón equipó también una flota en Esión Guéber, que está cerca de Elat, a orillas del Mar Rojo, en el país de Edóm. (I Reyes 9, 26)

  • Aquí están las clases de los sacerdotes y levitas para todo el servicio de la Casa de Dios. En todo este trabajo contarás con la ayuda de obreros adiestrados para cualquier tipo de tareas. También los jefes y todo el pueblo estarán a tus órdenes". (I Crónicas 28, 21)

  • Jurám hizo las ollas, las palas y los aspersorios. Así terminó el trabajo que debía hacer para el rey Salomón en la Casa de Dios: (II Crónicas 4, 11)

  • Así fue terminado todo el trabajo que hizo el rey Salomón para la Casa del Señor. Salomón llevó todas las ofrendas que había consagrado su padre David: la plata, el oro y los demás utensilios, y los depositó en los tesoros de la Casa de Dios. (II Crónicas 5, 1)

  • Cuando los obreros pusieron manos a la obra, el trabajo fue progresando hasta que la Casa de Dios quedó restaurada y consolidada. (II Crónicas 24, 13)

  • Pero como los sacerdotes eran pocos y no daban abasto para degollar todas las víctimas de los holocaustos, sus hermanos levitas les ayudaron hasta que el trabajo quedó concluido y los sacerdotes se purificaron, porque los levitas se habían mostrado más dispuestos a purificarse que los sacerdotes. (II Crónicas 29, 34)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina