Talált 941 Eredmények: Encuentro de hermanos
y dijo Israel a José: «¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? Ve de mi parte a donde ellos.» Dijo: «Estoy listo.» (Génesis 37, 13)
Díjole: «Anda, vete a ver si tus hermanos siguen sin novedad, y lo mismo el ganado, y tráeme noticias.» Le envió, pues, desde el valle de Hebrón, y José fue a Siquem. (Génesis 37, 14)
Díjole: «Estoy buscando a mis hermanos. Indícame, por favor, dónde están pastoreando.» (Génesis 37, 16)
El hombre le dijo: «Partieron de aquí, pues yo les oí decir: "Vamos a Dotán."» José fue detrás de sus hermanos y los encontró en Dotán. (Génesis 37, 17)
Rubén les dijo: «No derraméis sangre. Echadle a ese pozo que hay en el páramo, pere no pongáis la mano sobre él.» Su intención era de salvarle de sus hermanos para devolverle a su padre. (Génesis 37, 22)
Y ocurrió, que cuando llegó José donde sus hermanos, éstos despojaron a José de su túnica - aquella túnica de manga larga que llevaba puesta -, (Génesis 37, 23)
Entonces dijo Judá a sus hermanos: «¿Qué aprovecha el que asesinemos a nuestro hermano y luego tapemos su sangre? (Génesis 37, 26)
Venid vamos a venderle a los ismaelitas, pero no pongamos la mano en él, porque es nuestro hermano, carne nuestra.» Y sus hermanos asintieron. (Génesis 37, 27)
y volviendo donde sus hermanos les dijo: «El niño no aparece, y yo ¿qué hago ahora?» (Génesis 37, 30)
Entonces dijo Judá a su nuera Tamar: «Quédate como viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Selá.» Pues se decía: «Por si acaso muere también él, lo mismo que sus hermanos.» Tamar se fue y quedó en casa de su padre. (Génesis 38, 11)
Bajaron, pues, los diez hermanos de José a proveerse de grano en Egipto; (Génesis 42, 3)
pero a Benjamín, hermano de José, no le envió Jacob con sus hermanos, pues se decía: «No vaya a sucederle alguna desgracia.» (Génesis 42, 4)