Talált 249 Eredmények: Grande
Eliseo regresó a Guilgal. En el país había carestía. Y estando un día con él los discípulos de los profetas, dijo a su siervo: "Pon la olla grande y cuece unas viandas para los discípulos de los profetas". (II Reyes 4, 38)
El asedio fue tan largo que se originó un hambre muy grande, hasta el punto de que una cabeza de asno llegó a costar ochenta monedas de plata, y un cuarto de puerros, cinco monedas de plata. (II Reyes 6, 25)
Luego el rey Acaz ordenó al sacerdote Urías: "Sobre el altar grande quemarás el holocausto de la mañana y la ofrenda de la tarde, el holocausto del rey y su ofrenda, el holocausto de toda la gente del país, sus ofrendas de pan y vino; sobre él derramaréis la sangre de los holocaustos y sacrificios. En cuanto al altar de bronce, ya proveeré". (II Reyes 16, 15)
Y puesto en pie gritó en judío con voz potente: "Oíd la palabra del rey grande, el rey de Asiria: (II Reyes 18, 28)
Grande es el Señor y digno de alabanza, temible sobre todos los dioses. (I Crónicas 16, 25)
David dijo a Gad: "Me veo en gran aprieto. Pongámonos en manos de Dios, porque es grande su misericordia, antes de caer en manos de los hombres". (I Crónicas 21, 13)
Echaron también a suertes el servicio, sin distinción entre pequeño y grande, maestro y discípulo. (I Crónicas 25, 8)
El rey David dijo a toda la asamblea: "Mi hijo Salomón, el único elegido por Dios, es todavía joven e inexperto, y la obra es grande, pues la casa no es para los hombres, sino para el Señor Dios. (I Crónicas 29, 1)
Quiero construir un templo grandioso, porque grande, más que todos los dioses, es nuestro Dios. (II Crónicas 2, 4)
Hizo también una pila muy grande de bronce, redonda, de cinco metros de diámetro, dos y medio de alto y quince de perímetro. (II Crónicas 4, 2)
y el resto de la población que el grande e ilustre Asurbanipal deportó y estableció en las ciudades de Samaría y en las otras regiones de allende el río...". (Esdras 4, 10)
Y exclamé: "¡Ah Señor, Dios del cielo, Dios grande y terrible, que guardas la alianza y la fidelidad con los que te aman y observan tus mandamientos! (Nehemías 1, 5)