Talált 73 Eredmények: compasión

  • ¡Sea ese hombre como las ciudades que el Señor destruyó sin compasión! ¡Oiga el grito de alarma por la mañana, el alarido de guerra al mediodía! (Jeremías 20, 16)

  • Después de esto, dice el Señor, entregaré a Sedecías, rey de Judá, a sus servidores y a los habitantes de esta ciudad que hayan escapado a la peste, a la espada y al hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos, de aquellos que buscan su vida; él los pasará a filo de espada sin consideración, sin piedad y sin compasión". (Jeremías 21, 7)

  • Esto dice el Señor: Yo restableceré las tiendas de Jacob, tendré compasión de sus moradas. Será reedificada la ciudad sobre sus ruinas, y el palacio se elevará en su antiguo lugar. (Jeremías 30, 18)

  • ¿Es para mí Efraín un hijo tan querido, un niño que hace mis delicias? Pues cada vez que lo amenazo me vuelvo a acordar de él, se me conmueven las entrañas y tengo compasión de él -dice el Señor-. (Jeremías 31, 20)

  • Por tierra yacían en las calles niños y ancianos; mis doncellas y mis jóvenes cayeron a cuchillo; ¡has sembrado muerte en el día de tu ira, has degollado sin compasión! (Lamentaciones 2, 21)

  • Y cuando castiga, tiene aún compasión, según su gran bondad. (Lamentaciones 3, 32)

  • Pues fue él quien trajo sobre ellos una nación de lejos, nación desvergonzada y de lengua extraña, que no respetó al anciano, ni tuvo compasión del niño (Baruc 4, 15)

  • No sienten compasión de la viuda ni favorecen al huérfano. (Baruc 6, 37)

  • No sentiré por ti piedad ni tendré compasión, sino que te juzgaré responsable de tu proceder, porque tus nefastas acciones son manifiestas en medio de ti, y sabréis que yo soy el Señor. (Ezequiel 7, 4)

  • Y no tendré piedad de ti ni compasión, sino que te juzgaré responsable de tu proceder, porque tus nefastas acciones estarán manifestadas en medio de ti y sabréis que yo soy el Señor, el que hiere. (Ezequiel 7, 9)

  • ¡Pues yo también obraré con furor! No tendré piedad con ellos, ni compasión. Lanzarán gritos a mis oídos, pero no los escucharé". (Ezequiel 8, 18)

  • Pues yo tampoco tendré piedad y compasión de ellos. Les pido cuenta de sus obras". (Ezequiel 9, 10)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina