Talált 33 Eredmények: llanto
Llanto y lamento habrá en tus puertas, y yacerás desolada en el polvo. (Isaías 3, 26)
Por él volverán los liberados del Señor, llegarán a Sión entre gritos de júbilo, una alegría eterna transformará su rostro; júbilo y alborozo les acompañarán, pena y llanto habrán huido. (Isaías 35, 10)
Esto dice el Señor, vuestro redentor, el Santo de Israel: Por amor vuestro envió gente a Babilonia a arrancar los cerrojos de las prisiones, y los caldeos prorrumpirán en llanto. (Isaías 43, 14)
Sí; me alegraré en Jerusalén, me regocijaré en mi pueblo, y ya nunca se oirá en ella voz de llanto ni grito de lamento. (Isaías 65, 19)
y se apresten a entonar una elegía sobre nosotros. Destilen nuestros ojos lágrimas, derramen llanto nuestros párpados. (Jeremías 9, 17)
Esto dice el Señor: Un grito se ha oído en Ramá, un lamento, llanto amargo: es Raquel, que llora a sus hijos, y no quiere consolarse de sus hijos porque ya no existen. (Jeremías 31, 15)
Esto dice el Señor: Deja de lamentarte, seca el llanto de tus ojos, porque hay compensación para tu pena: volverán del país enemigo. (Jeremías 31, 16)
¡Grita por ti al Señor, oh virgen, hija de Sión; deja correr como un torrente tu llanto de día y de noche; no te des tregua a ti misma, ni descanse la pupila de tus ojos! (Lamentaciones 2, 18)
Con gozo los había yo criado y los he visto partir con llanto y duelo. (Baruc 4, 11)
Os he visto partir con llanto y duelo, pero el Señor os devolverá a mí entre alegría y gozo para siempre. (Baruc 4, 23)
En aquel día será tan grande el llanto sobre Jerusalén como el llanto de Hadad-Rimón en la llanura de Meguido. (Zacarías 12, 11)
Una voz se oyó en Ramá, llanto y lamento grande. Es Raquel que llora a sus hijos y no quiere ser consolada, porque ya no existen. (Mateo 2, 18)