Talált 15 Eredmények: necedad

  • Vamos, pues, a empezar la narración. Baste lo dicho como introducción, pues sería una necedad ser prolijos en el prólogo de la historia, y después ser breves en la historia misma. (II Macabeos 2, 32)

  • La señora necedad es impulsiva, mentecata e ignorante. (Proverbios 9, 13)

  • El hombre prudente oculta su ciencia, el corazón del insensato publica su necedad. (Proverbios 12, 23)

  • El buen sentido es fuente de vida para quien lo posee, castigo de los necios es su necedad. (Proverbios 16, 22)

  • La necedad va ligada al corazón del niño, pero la vara de la corrección la aleja de él. (Proverbios 22, 15)

  • Aun cuando trituraras el insensato en el mortero con el pilón de majar trigo, su necedad no se separaría de él. (Proverbios 27, 22)

  • Me dediqué a conocer la sabiduría y la ciencia, la locura y la necedad, y comprendí que también eso es dar caza al viento. (Eclesiastés 1, 17)

  • Resolví en mi corazón regalar mi cuerpo con el vino, guiando mi corazón con la sabiduría, y entregarme a la necedad para ver dónde está la felicidad de los hombres y lo que hacen debajo de los cielos durante los días de su vida. (Eclesiastés 2, 3)

  • Volví después mi reflexión hacia la sabiduría, la locura y la necedad. Porque, ¿qué hará el hombre que suceda al rey? Lo que ya se ha hecho. (Eclesiastés 2, 12)

  • Veo claro que la ventaja de la sabiduría sobre la necedad es como la de la luz sobre las tinieblas. (Eclesiastés 2, 13)

  • Mejor es el hombre que esconde su necedad que el que oculta su sabiduría. (Eclesiástico 20, 31)

  • No hables demasiado con el necio ni vayas con el insensato; guárdate de él para no tener disgustos y no mancharte con su contacto. Apártate de él y vivirás tranquilo, y no tendrás que sufrir por su necedad. (Eclesiástico 22, 13)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina