Talált 173 Eredmények: ovejas

  • Pero Saúl y su ejército perdonaron la vida a Agag y a lo mejor de las ovejas y de las vacas, a las más gordas y a los corderos; es decir, respetaron todo lo de valor, pero destruyeron lo que no valía nada. (I Samuel 15, 9)

  • Samuel preguntó: "¿Qué es ese balar de ovejas que llega a mis oídos y el mugir de vacas que oigo?". (I Samuel 15, 14)

  • Saúl respondió: "Han sido traídos de Amalec, porque el pueblo ha perdonado lo mejor de las ovejas y de las vacas para ofrecerlo en sacrificio al Señor, tu Dios; lo demás lo hemos destruido". (I Samuel 15, 15)

  • Pero el pueblo se quedó con el botín, ovejas y vacas, lo mejor de lo consagrado al exterminio, para ofrecerlo en sacrificio al Señor en Guilgal". (I Samuel 15, 21)

  • Entonces Samuel preguntó a Jesé: "¿Están aquí todos tus muchachos?". Él contestó: "Falta el pequeño, que está guardando ovejas". Samuel le dijo: "Manda a buscarle, pues no nos sentaremos a la mesa hasta que haya venido". (I Samuel 16, 11)

  • Saúl envió mensajeros a decir a Jesé: "Mándame a tu hijo David, el que está con las ovejas". (I Samuel 16, 19)

  • David iba y venía del campamento a Belén para apacentar las ovejas de su padre. (I Samuel 17, 15)

  • David se levantó de madrugada, dejó las ovejas al cuidado de un pastor, tomó su carga y partió, como se lo había mandado Jesé. Llegó al campamento cuando el ejército salía para tomar posiciones, lanzando gritos de guerra. (I Samuel 17, 20)

  • David le replicó: "Cuando tu siervo apacentaba las ovejas de su padre y venía un león o un oso y se llevaba una oveja del rebaño, (I Samuel 17, 34)

  • A Nob, ciudad sacerdotal, Saúl la pasó a espada: hombres y mujeres, niños, hasta los de pecho, bueyes, asnos y ovejas. (I Samuel 22, 19)

  • Llegó a los rediles de las ovejas que hay junto al camino; allí hay una cueva, y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades. David y sus hombres estaban escondidos en el fondo de la cueva. (I Samuel 24, 4)

  • En Maón había un hombre que tenía posesiones en el Carmelo. Era un hombre muy rico: tenía tres mil ovejas y mil cabras. Estaba entonces en el Carmelo para el esquileo de sus ovejas. (I Samuel 25, 2)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina